Los notarios no paran. Recuperan su actividad tras un año de impasse. La pandemia redujo su actividad considerablemente pues, de golpe, solo las operaciones urgentes podían firmarse durante el estado de alarma. La norma del Gobierno que obligó a todo el país a guardar cuarentena durante al menos dos meses hizo que el mundo se parase. También se congelaron las oficinas notariales, vacías por aquel entonces a excepción de los turnos de guardia que les otorgaba su carácter esencial para cubrir actividades urgentes. Ahora, más de un año después, los despachos recuperan su actividad. Lo hacen activando las operaciones retrasadas por el confinamiento y aumentando sus firmas en diferentes documentos por razones que desegrana Levante-EMV en las siguientes líneas.
La notaría de Alejandro Cervera es puro ajetreo. Dejar atrás la puerta transparente de entrada significa encontrarte con salas de firmas con personas esperando, teléfonos sonando, trabajadoras yendo y viniendo y las sillas de espera agenciadas a los siguientes turnos que aguardan pacientemente. Ese es el escenario hasta atravesar un pasillo y llegar a una sala decorada con cientos de libros y presidida por una larga mesa.
Allí, Cervera, compradores y vendedores sellan una compraventa de vivienda usada. De las muchas que se han recuperado este año. Según datos proporcionados por el Colegio Notarial de la Comunitat, si se compara el primer trimestre de 2020 y el de 2021 (marzo fue el mes en el que todo cayó), estas operaciones han crecido un 15 % en las tres provincias. De 23.280 en 2020 a 27.134 en este año 2021.
Reducción a la mitad
Prácticamente todas las firmas de los notarios se redujeron a la mitad de marzo a abril de 2020 debido al confinamiento. De hecho, la compra venta e inmuebles bajó de 6.163 docuemtnos en marzo de 2020 a 2.151 en abril en toda la autonomía. «Las firmas que más se han hecho estos meses han sido de demanda embalsada. Intenciones de vender o comprar que se han consumado», relata Alejandro Cervera. Por otra parte, apunta, «ha fallecido mucha gente, por lo que las herencias y los pisos en venta por defunciones han sido predominantes». La renuncia a herencias ha experimentado un aumento del 22,2 % entre el primer trimestre de 2020 y 2021.
Por otra parte, el profesional destaca que durante el 2020 bajó mucho la actividad pero, en su caso, sí vio incrementadas las pólizas de préstamos a empresas por las pérdidas de la covid. El ritmo se va recuperando y Cervera también razona que la gente se está animando a comprar vivienda usada. «Las unifamiliares fuera de la ciudad las vemos mucho, quizá sí ha influido ese deseo de tener un espacio al aire libre tras el confinamiento».
2021: Ideas que se hacen realidad
Por su parte, el decano del Colegio Notarial de la Comunitat, Francisco Cantos Viñals, es más prudente ante un diagnóstico tan positivo.
Dice que se está volviendo a la normalidad, y que lo que sí se observa en la Comunitat es que la pandemia «ha acelerado la consumación de intenciones contenidas de mucha gente. Si las personas tenían el proyecto de dejar algo zanjado, esa idea se ha afianzado. La covid ha precipitado esto, por ejemplo en las compra ventas o en la resolución de herencias».
Con todo, el representante de los notarios en València se congratula por ver que la actividad «vuelve a la normalidad rutinaria de un notario». «La pandemia fue excesivamente excitante. Las notarías no son ajenas a una situación como la vivida por todo el país». Son el reflejo de las operaciones importantes, la fe de que algo se ha consumado. En un año congelado, con pocas certezas ni firmas a largo plazo, parece que poco a poco se ve la luz al final del túnel.
