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Pacientes con una sola dosis, antivacunas y jóvenes llenan ahora las UCI

Nueve de cada diez enfermos críticos no están inmunizados - La mitad de los infectados graves tiene entre 16 y 50 años

Tres jóvenes saliendo del «vacunódromo» de la Ciutat de les Arts. m.a.montesinos

La alta circulación del coronavirus pese al avance de la vacunación está dando alas a los que aún tienen dudas de que la inmunización sea el mejor abordaje posible para acabar con la pandemia, pero están errando el tiro. La vacuna evita las probabilidades de desarrollar la enfermedad covid-19 en sus formas más graves —no el contagio— y no hay evidencia más clara de que sí están funcionando que el estado de las Unidades de Cuidados Intensivos.

Ahora, nueve de cada diez ingresados en estado crítico no tienen la pauta completa y, por tanto, no estaban correctamente inmunizados, ya sea porque se negaron a ello cuando tuvieron la oportunidad, porque solo tenían puesta una dosis o porque no habían llegado a recibir ninguna.

Según datos ofrecidos ayer por la Conselleria de Sanidad, de los ingresados en UCI en la semana del 19 al 25 de julio, el 92,1 % no tenía la vacunación completa y solo el 7,9 % sí estaba inmunizado. La presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva y jefa del servicio del Hospital Clínico de València, Marisa Blasco, eleva este porcentaje: «De junio hasta aquí, podemos decir que los pacientes de UCI son al 98 % personas que no estaban vacunadas complemente y solo el 2 % sí lo estaban. Creo que esto confirma que sí se han cumplido las expectativas en efectividad de las vacunas», asegura.

Unas cifras «elocuentes que demuestran una vez más que la vacunación es el principal activo que tenemos», en palabras de la consellera de Sanidad, Ana Barceló.

El perfil, por lo tanto, ha cambiado radicalmente desde la gran ola de principios de año. Ahora, los más mayores están complemente inmunizados y son los más jóvenes los que ocupan su lugar al no estar protegidos correctamente. «Casi la mitad de los pacientes en UCI están por debajo de los 50 años», apunta la intensivistas Marisa Blasco.

Desde Sanidad concretaron hace unos días los porcentajes: el 50,6 % de pacientes UCI tenían entre 16 y 50 años, de ellos la gran mayoría entre los 35 y los 50. La siguiente franja era de los 51 a los 65 años, con un 29 % de pacientes. Cabe recordar que las personas entre los 60 y 65 años no fueron citados para la segunda dosis hasta tres meses después del primer pinchazo, ya a finales de junio, al recibir la vacuna de AstraZeneca. Por detrás, los de 66 a 75 años, un 15,9 % de los ingresados y un residual 4,5 % están por encima de esa edad.

«Con la vacuna, no ingresarían»

Y sobre los grupos etarios, la inmunización o falta de ella como característica común. «Es muy clara la diferencia», apunta Blasco tanto que la previsión es que llegue un día que solo entren a la UCI personas que no hayan querido vacunarse: «lo tenemos asumido, tendremos el porcentaje residual a los que se les complica pese a estar vacunados y a aquellos que han querido jugar a la lotería».

Blasco hace aquí un inciso ya que, ahora, no todo el mundo con una covid-19 grave había rechazado deliberadamente el vacunarse. «Antivacunas los hay en UCI, por supuesto, pero también hay personas que no han terminado la pauta completa, solo tienen una dosis y se han infectado en medio, o gente que, por circunstancias no estaba o no pudo y lo dejó para más adelante. Y también jóvenes, a los que si les hubiera llegado ya la vacuna, no estarían aquí», apunta la especialista.

El cambio de perfil no ha modificado, sin embargo, la forma de trabajo en UCI ni los tiempos de evolución de la enfermedad. Según Blasco, la media de tiempo hasta el ingreso está, como antes, entre los siete y los diez días desde el inicio de síntomas y la estancia media «sigue estando en las dos semanas, aunque al tener a personas más jóvenes, ha bajado mucho la mortalidad».

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