Pocas actuaciones políticas de agosto han tenido tanta importancia en la rutina ciudadana. Acercarse a mediados del octavo mes era zambullirse en el tedio de los días calurosos y con porcentajes de actividad laboral bajo mínimos. Hasta la política desconecta. Sin embargo, dentro de las excepcionalidades que ha traído la covid está, de nuevo, un agosto en el que tomar decisiones. Así tocó el año pasado con los primeros coletazos de la segunda ola y la preparación de la vuelta a las clases y así tocará esta semana con el manejo de esta última (ojalá así lo sea) sacudida del virus. 

El Consell decidirá esta semana cómo será la arquitectura normativa básica en la que los valencianos y valencianas acabarán el verano y con el que comenzarán septiembre, quién sabe si también marcando el destino de las Fallas. Toque de queda en 77 municipios, ocio nocturno cerrado o limitación de reuniones sociales son tres de las medidas que están ahora en vigor y que vencen el próximo lunes. Estas son algunas de las medidas que se revisarán por parte de la Mesa Interdepartamental del gobierno autonómico y todavía hay muchas dudas de si será para reducirlas o reforzarlas. 

De momento lo único seguro, explican fuentes del ejecutivo, es que habrá reunión a finales de la próxima semana por parte de la comisión encargada de diseñar estas medidas. La idea es que sea el sábado porque permitirá ver cómo evoluciona la pandemia. "Esta semana será decisiva", indican al respecto, para saber si las medidas "irán para arriba o para abajo, puede ser cualquier cosa". Antes, como se ha hecho hasta ahora cada vez que tocaba revisar las medidas, desde Presidencia y la Conselleria de Sanidad se pedirá consejo a los expertos que darán sus recomendaciones. 

Si se considerara adecuado continuar con el toque de queda o la limitación de reuniones sociales, antes de la reunión del sábado desde la Administración autonómica tendrían que redactar la petición al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana al afectar a derechos fundamentales. Los plazos de este organismo harían necesario que se presentase, como tarde, el viernes ya que el lunes decaerían las medidas. Cuando se presenta el escrito, la Fiscalía tendrá 24 horas para emitir un informe sobre la conveniencia o no de las medidas respecto a la ley y los derechos afectados. Posteriormente, la sala de magistrado se reúne y se pronuncia al respecto, pudiendo entrar en vigor en el momento en que el DOGV lo recoja con el visto bueno del TSJ. 

De lo que no están tan seguros desde la Generaltiat es que de la reunión vaya a salir un protocolo definido que regule las fiestas josefinas. Y eso que cuando la Interdepartamental se reúna faltarán poco menos de dos semanas y media para que las tan extrañas Fallas echen a rodar con todas las limitaciones que hagan faltan. "Aventurarse a decir qué pasará el 2 de septiembre es precipitado", aseguró la vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, tras el pleno del ejecutivo valenciano al tiempo que expresaba que sí que cree que se abordará el tema de las Fallas. 

A la que consideran desde el Consell como "semana decisiva" para la revisión de las medidas se entra con la curva de contagios de bajada. En la última semana, la incidencia acumulada ha caído un 13 % y el pico de la gráfica parece haber quedado atrás. No obstante, los niveles de transmisión siguen siendo muy altos (más del doble del considerado riesgo extremo con 515 casos por 100.000 habitantes) y el predominio de la variante Delta, mucho más transmisible que la anteriormente dominante, inquietan a los expertos que temen que un macrobrote destroce el camino andado. 

La realidad es que las medidas han funcionado para contener la expansión del virus que estaba totalmente desbocada a mediados de julio y que ahora parece más controlada, aunque el impacto es muy dispar. Los municipios del litoral, especialmente los más turísticos, continúan con una incidencia al alza mientras que el área metropolitana de València (donde se implantó el toque de queda dos semanas antes), en general, va a la baja. 

València y las 44 localidades de su entorno han regresado a los parámetros en los que se decretó la restricción de movilidad nocturna el 12 de julio y la propia capital del Turia presenta hoy números ligeramente inferiores a aquellas cifras dos semanas después de coronar la curva. En el último dato del viernes, València presentaba 613 positivos por 100.000 habitantes, casi un tercio menos de los niveles de contagio que registraba dos semanas antes (884). 

Hasta ahora, las medidas han combinado la afectación total a toda la Comunitat Valenciana como la limitación de las reuniones sociales a 10 personas, los aforos o el cierre del ocio nocturno con otras más quirúrgicas y circunscritas solo a aquellos municipios con peor situación como es el toque de queda. La diferencia de situaciones podría provocar también variaciones en los 77 municipios con restricción de movilidad nocturna. Todo ello, importante recordarlo, con las Fallas de fondo. La semana será decisiva.