El incendio forestal de Rafelguaraf que obligó a desalojar el pasado sábado a unos 160 vecinos y que ha calcinado unas 200 hectáreas, una veintena de ellas en el término de Barxeta, se dio ayer a última hora de la tarde por extinguido.
Pese a las complicaciones iniciales por el fuerte viento de poniente y las elevadas temperaturas, que se sumaron al hecho de que los medios de emergencia tuvieran que dividir sus recursos entre los tres fuegos activos esa misma tarde en la provincia —en Chiva y Palma de Gandia—, el balance final de este primer gran incendio estival es más positivo de lo que por momentos se temió, ya que los bomberos y brigadas forestales lograron evitar que las llamas llegaran a los chalés y a la principal pinada situada junto a las urbanizaciones.
Parte del éxito en esta lucha contra el fuego se debió, además de al trabajo sin descanso de los medios de emergencia, a que tanto Rafelguaraf como Barxeta activaron inmediatamente sus planes locales de prevención de incendios forestales. En el caso de Rafelguaraf, principal municipio afectado con 180 hectáreas calcinadas —177’19 son masa forestal y 2’5 agrícolas—, el citado plan fue aprobado hace tan solo dos meses, en el pleno del pasado mes de junio. Pero para el consistorio de Barxeta se trata ya de un instrumento antiincendios que lleva puesto en marcha desde 2008.
La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y la Fiscalía de Medio Ambiente exigen a todos los municipios de la Comunitat la implantación de dicho Plan Local de Prevención de Incendios Forestales. En estos se establecen los protocolos de actuación municipal ante emergencias de riesgo de fuego de nivel uno, dos y tres.
Aunque en el caso de Rafelguaraf todavía no está publicado tras ser recientemente aprobado en el pleno municipal, la alcaldesa Rafaela Aliaga sostiene que inmediatamente se puso en marcha y se siguieron todos los pasos que establece dicho plan al recibir un aviso de un vecino, y acto seguido de una concejala que también había visto el humo. Inmediatamente se telefoneó al 112 desde Emergencias activaron los medios de extinción.
Uno de los aspectos que incluye el plan es por ejemplo establecer la zona de aterrizaje de los medios aéreos desplegados, en este municipio en el campo de fútbol, como así se llevó a cabo.
La prevención, una de las claves
Pero la importancia de este tipo de planes locales radica principalmente en la prevención y en los trabajos previos de limpieza de monte para evitar que una vez que se ha iniciado un fuego, éste pueda extenderse con facilidad. En esto el consistorio de Barxeta lleva ventaja al estar funcionando su plan local desde hace años. De hecho, durante los meses de marzo, abril y mayo una decena de brigadistas contratados por el ayuntamiento con fondos de la diputación se encargaron de limpiar 84.000 metros cuadrados de monte, desbrozando toda la maleza y dejando una franja corta incendios junto a la carretera que a la postre ha contribuido también para que el incendio de este fin de semana no cruzara a otra pinada que corría serio peligro.
Según explica el alcalde de Barxeta, Vicente Huet, se contrata a personal del municipio que está desocupado, con lo que además de prevenir los incendios se intenta frenar el paro. Todas estas labores de limpieza de monte se hacen bajo la supervisión del técnico agrícola municipal.
