Ya es oficial. El TSJ autorizó ayer la petición del Consell para mantener el toque de queda entre la 1 y las 6 de la mañana hasta después de las Fallas en 68 municipios, incluida València. Las nuevas restricciones durarán hasta el 6 de septiembre y el Alto Tribunal ya ha dado la primera pista de cómo podrían ser las fiestas que se celebrarán del 1 al 5 de septiembre avalando que sea posible la restricción de movilidad durante seis horas.

Una medida que limita todavía más el margen de actuación para la celebración de las fiestas en la cuarta ola de la pandemia en la Comunitat Valenciana y que preocupa a los falleros, aunque no les «trastoca demasiado», tal como explicaban ayer a Levante-EMV tras conocer la resolución judicial.

El presidente de la Interagrupación de Fallas, Guillermo Serrano, reconocía que la limitación horaria «tampoco modifica excesivamente la idea que llevábamos», pues el bando fallero elaborado «ya daba como límite la una y media de la madrugada para realizar actividades». Con todo, sí admite que están a la espera de reunirse con la Conselleria de Sanitat para especificar cómo será la semana fallera que este año es, a dos semanas de su celebración, aún incierta.

«Sabíamos que iban a ser unas fallas diferentes, las pasaremos de la noche al día, pero continuamos con la hoja de ruta marcada, el toque de queda no trastoca demasiado», concluye Serrano. Por su parte, Rafa Mengó, presidente de la Federación de Fallas de Especial, comentó que la reducción de movilidad durante la madrugada afectará a la cremà de los monumentos, pues intuye que la falla del Ayuntamiento, que tradicionalmente se quema a la una de la madrugada, tendrá que adelantarse y por consiguiente la falla premiada, también.

El itinerario de ‘cremaes’ tendrá que reestructurarse, pues el proceso no podrá dilatarse durante la noche como acostumbra a pasar. Todas deberán quemar antes de la una y obligará a empezar el ritual final de algunas fallas antes de las diez de la noche. Mengó añadió que «tenemos que alentar a celebrar las Fallas de la mejor manera, no ir buscando la parte destructiva». Con esta afirmación se refiere a las declaraciones de Mónica Oltra, sobre que «no se pueden hacer planes a 48 horas vista». «Nosotros dependemos de los patrocinadores y necesitamos alguna certeza, pues algunos se están echando atrás y unas fiestas no se organizan en 48 horas, hay mucho trabajo detrás y hemos de ayudar a celebrarlas de la mejor manera posible». Todo queda pendiente del hilo del Consell y Sanidad, que será quien decida qué se hace y cómo.

Las reacciones en el mundo fallero y en el Ayuntamiento de València no han tardado en llegar. Desde el consistorio y la Junta Central Fallera recuerdan que llevan desde diciembre pidiendo a la conselleria la aprobación de un protocolo o un «semáforo» que marque en verde o rojo las actividades que se permitirán o no en función del nivel de incidencia del coronavirus. «Unos parámetros que nos guíen a la hora de organizarnos», explican fuentes del ayuntamiento. Asimismo, rehusan hacer valoraciones, pues «todavía no sabemos qué puede pasar, estamos a la espera de reunirnos con la Conselleria de Sanitat para detallar cómo serán estas Fallas». Un encuentro que esperan que sea pronto «para poder celebrar la semana fallera de la mejor manera posible», dicen.

El toque de queda podría afectar directamente a la cremà de la falla municipal, programada tradicionalmente a la 1 de la madrugada, después de quemar la ganadora poco después de medianoche. Este año, si la norma es estar en casa a esa hora, seguramente tendrán que programarse las ‘cremaes’ mucho antes. «El ayuntamiento y el mundo fallero hemos trabajado para hacer posibles múltiples escenarios para poder celebrar lo máximo posible dentro de la situación sanitaria», apuntan.

Además, aseguran que han enviado una organización para la ofrenda al Consell para su aprobación. Todo eso se debatirá en la reunión decisiva que, de igual forma que las comisiones, esperan «que sea lo más pronto posible».

«Llevamos seis meses pidiendoun protocolo para organizarnos»

Fuentes del consistorio lamentan no saber cuáles serán los parámetros a seguir

v.p. valència