Miles de familias valencianas dependen para poder tirar adelante, paradójicamente, de que se aplique la ley de Dependencia y así las ayudas económicas lleguen a tiempo. Y aunque desde la Coordinadora de Plataformas por la Autonomía Personal y la Dependencia de la Comunitat Valenciana afirmen que en los últimos años se ha experimentado una mejoría desde la Generalitat para con sus necesidades, aún queda margen de mejora.
Catorce personas dependientes mueren al día en la C. Valenciana sin haber llegado a recibir jamás la subvención que le corresponde, ya sea porque su caso estaba aprobado pero en el momento de morir estaba pendiente de recibir el apoyo —1.292 dependientes se encontraban en esta situación— o porque simplemente su solicitud estaba aún «sin valorar» —lo que le sucedió a 1.601 personas en el territorio valenciano—. Son datos del Imserso, que depende del Ministerio de Derechos Sociales.
Más de 29.000 en España
En el total de España, ha habido 29.157 muertes de dependientes en lista de espera desde enero hasta julio, lo que supone 139 defunciones al día de dependientes que no alcanzaron a beneficiarse de un derecho que, quizá, reservaba algún cambio en su futuro más cercano.
En 2020, un año nefasto también para la dependencia, murieron 5.137 personas sin recibir ayudas económicas en la Comunitat. En 2019, fueron 4.981. La progresión para 2021 apunta a repetir la estadística de hace dos años.
La representante de la Coordinadora de Plataformas, Eva Guzmán, considera que las muertes que se producen mientras el dependiente está en lista de espera son «nefastas». Aventura además que «hay muchas más personas» que fallecen sin siquiera haber iniciado su expediente por diversos motivos. Guzmán cree que hace falta educar a las familias «desde la infancia», cuando empiezan muchos procesos de dependencia.
«Muchas personas no conocen exactamente las ayudas y se pierde mucho tiempo», asevera. Luego explica todo el papeleo que debe hacer una familia y termina a los cinco minutos. Trámite a trámite, pueden pasar años desde que una persona inicia el proceso hasta que recibe el primer ingreso. «Me parece una locura porque precisamente lo que no tienen estas personas es tiempo», advierte. «Te pasas meses con papeles arriba y papeles para abajo cuando lo tienen todo a un golpe de tecla entre los ayuntamientos y la conselleria», reprocha.
Observatorios municipales
El miembro de la Plataforma por la Defensa de la Ley de la Dependencia de La Ribera Xavier Cantera, con 40 años de experiencia en un centro para personas con diversidades funcionales, propone que se creen observatorios que vayan «nombre por nombre» en los ayuntamientos para agilizar las ayudas. «No nos podemos dormir en los laureles, esta es una herida que tiene la sociedad valenciana», expresa. Según él, como máximo deberían pasar «seis meses» desde la solicitud hasta recibir la subvención.
Cantera opina que en la pandemia se ha puesto el foco en los fallecidos en las residencias pero que «no se ha reparado en las personas que han estado atendidas por los familiares». Y realiza una autocrítica a las asociaciones de dependientes: «Las plataformas hemos bajado los brazos, estamos a verlas venir».
