Las residencias de ancianos de la Comunitat Valenciana han comenzado a aplicar las nuevas instrucciones de la Conselleria de Sanidad para blindarse contra el covid una vez que los brotes han vuelto a aparecer en estos centros, en plena quinta ola y cuando ya han pasado más de ocho meses de la vacunación.

La principal novedad de este nuevo protocolo es que las residencias situadas en zonas de riesgo por la elevada circulación de la covid-19 deben hacer test de antígenos cada quince días a todos sus trabajadores, así como a la vuelta de las vacaciones, estén o no vacunados. Así lo están haciendo en residencias como Videsalud, de Redován, localidad situada en zona de riesgo, según los informes que cada semana elabora para las residencias la Conselleria de Sanidad y en los que se tienen en cuenta distintos parámetros. Esta semana los trabajadores de este centro se están haciendo test de antígenos para comprobar que están libres de la enfermedad.

De momento las pruebas diagnósticas las está proporcionando a este centro el departamento de salud de Orihuela, «pero en el nuevo protocolo no se deja muy claro quién debe proporcionarlas y el problema es si al final acabará dependiendo del centro», lamenta Javier Lillo, gerente de esta residencia. Cerca de un centenar de personas trabajan en este centro. «A siete euros que cuesta cada prueba, imagina el desembolso, con el año que llevamos por el covid y cuando aún tenemos bloqueadas un 5% de nuestras plazas por si hay que hacer aislamientos».

El nuevo protocolo de la Conselleria de Sanidad también establece medidas para los trabajadores de las residencias que no se hayan vacunado. En este caso, independientemente, de si el geriátrico se encuentra o no en zona de riesgo, estos empleados tienen que pasar por un test de antígenos cada 15 días.