El Consejo de Ministros acordó ayer declarar zonas afectadas gravemente por emergencia de protección civil (Zaepc) —la figura conocida como zona catastrófica— en 13 comunidades autónomas que han sufrido recientemente catástrofes naturales, como es el caso de la Comunitat Valenciana con el incendio de Azuébar. El Gobierno, «con el objetivo de atender las urgencias y lo inminente» que ha sucedido en el país en relación con los incendios forestales, ha aprobado la declaración de zona afectada por emergencia de protección civil en Castilla y León por los graves incendios sucedidos sobre todo en la provincia de Ávila, pero también en las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Islas Baleares, La Rioja, Comunidad de Madrid, Navarra y el Principado de Asturias. La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, indicó que el acuerdo pretende hacer frente a las «situaciones muy dramáticas» vividas en muchos lugares de España y atender a los «daños materiales, personales, en infraestructuras, enseres, establecimientos industriales, ganaderos, personas físicas y jurídicas y corporaciones locales» causados por los incendios.

Por otra parte, las tormentas volvieron a dejar este martes cinco incendios forestales originados por rayos en la provincia de Castelló que afectaron a los términos de Culla, Benassal, Benafigos, Villahermosa del Río y Chóvar.

Medios terrestres y aéreos sofocaron los fuegos en una jornada de inestabilidad meteorológica sobre todo en el interior norte de la Comunitat Valenciana, donde se registraron lluvias generalizadas y tormentas con la amenaza persistente del granizo, convertido en protagonista este verano después de dos episodios, uno de ellos grave por los daños ocasionados tanto en la agricultura como en vehículos y viviendas.