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La llegada de residuos peligrosos de la UE crece un 50 % pese a la pandemia

Combustibles y envases suponen la mayoría de los envíos

Depositando residuos en un contenedor amarillo. europa press

La Comunitat Valenciana no solo exporta naranjas o cerámica. De la fronteras del territorio partieron en 2020 rumbo a otros países de la Unión Europea 166.672 kilogramos de residuos incluidos en la lista ámbar, que engloba los deshechos catalogados como peligrosos.

Ahora bien, las cantidades importadas de residuos de este tipo fueron diez veces superiores a las exportadas. Eso quiere decir que, a lo largo de 2020, llegaron a las instalaciones de transferencia, tratamiento y valorización valencianas gestionadas por empresas del sector un total de 1,62 millones de kilos de residuos sujetos a notificación y autorización previa procedentes de los países comunitarios, un 50 % más que el año anterior. Habría que que retroceder hasta 2017 para encontrar una cifra más elevada.

Son las estadísticas en las que se ha apoyado la Conselleria de Agricultura, Emergencia Climática y Transición Ecológica para elaborar el programa de inspección de los traslados transfronterizos de residuos de 2021, aprobado este mes en el marco de la competencias que tienen las comunidades autónomas en la autorización y supervisión de los movimientos de residuos desde o hacia países de la UE.

El 62 % proviene de Francia

El fuerte incremento en las importaciones de deshechos de la lista ámbar obedece sobre todo a la notable reactivación de los flujos desde Francia, proveedor del 62 % de los residuos recibidos por la Comunitat valenciana en 2020, así como a la inclusión de Bélgica como nuevo punto de origen y al repunte de Italia. Todo ello compensó el importante descenso de las importaciones desde Grecia, Malta y Austria.

Entre las operaciones de tratamiento solicitadas por las seis empresas que participaron en la llegada de esos residuos (tres más que en 2019) destaca el reciclado de sustancias orgánicas, su uso posterior como combustible, el intercambio de residuos y, en menor medida, el reciclado o la recuperación de otras materias inorgánicas.

Los deshechos que más llegaron a la C. Valenciana de otros países son los combustibles derivados de otros residuos (casi 600 toneladas), seguidos de los envases que contienen restos de sustancias peligrosas o que están contaminados por ellas. En tercer lugar se posicionan los residuos mezclados previamente, compuestos por al menos un residuo peligroso, junto a los absorbentes, los filtros, los trapos de limpieza y las ropas protectoras contaminadas por sustancias peligrosas. En lo que se refiere a la tipología, apenas hubo cambios respecto a 2019.

Un 17 % de los residuos llegados a la C. Valenciana solo reposaron temporalmente en estaciones de transferencia para luego partir rumbo a Murcia, A Coruña y Barcelona, donde encontraron su destino final.

Francia e Italia, únicos receptores

Las exportaciones de residuos peligrosos, en cambio, mantuvieron en 2020 la tendencia decreciente de los últimos años, con Francia como principal país receptor del 85 % de las cantidades evacuadas e Italia como segundo y último destino. Las operaciones en este ámbito se orientaron sobre todo al intercambio de residuos y a su incineración.

El traslado de residuos no peligrosos a otros países europeos se disparó un 25 %: se exportaron 3,3 millones de kilos, casi en su totalidad a Italia (el 95 %). Prácticamente todos esos deshechos eran envases plásticos y fueron transportados por un mismo operador por carretera. Luxemburgo y Lituania desaparecieron como receptores de residuos no peligroso valencianos en 2020, aunque fueron reemplazados por Alemania y Bélgica.

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