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Mazón afronta su propia crisis en la Diputación de Alicante al irse el portavoz

Deja la política para ser profesor de Secundaria

Adrián Ballester y Carlos Mazón, en la primera sesión de esta legislatura en la Diputación de Alicante. | RAFA ARJONES

El presidente de la Diputación de Alicante y líder de los populares valencianos, Carlos Mazón, también afronta el arranque del curso político con una crisis de gobierno sobrevenida. El diputado provincial y portavoz del equipo de Gobierno, Adrián Ballester, presentó ayer su renuncia al acta por «motivos personales y profesionales», una marcha sorpresa que hace un roto a Mazón en la institución ya que el diputado saliente era una pieza importante en la corporación.

No en vano, Ballester, que también deja el acta de concejal en el Ayuntamiento de Redován y todas sus responsabilidades en el partido, era el responsable del área de Proyectos Europeos, Agenda Digital e Innovación. Además, tenía competencias en Imagen, Promoción Institucional, Informática y Telecomunicaciones.

Considerado un auténtico fontanero de la institución, cuyo funcionamiento conocía a la perfección (fue vicepresidente en la etapa de Gobierno de César Sánchez) su salida fuerza a Mazón a retocar su equipo justo en un momento en el que la gestión de los fondos europeos es elemento clave de toda Administración.

La renuncia de Ballester se hará efectiva el próximo 8 de septiembre y será sustituido por la alcaldesa de Bigastro, Teresa María Belmento, la siguiente en la lista por el partido judicial de Orihuela.

Descontento en el PPCV

Ballester ha decidido dejar atrás su etapa política y volcarse en su faceta docente como profesor de Secundaria. «Por motivos profesionales y personales no puedo continuar en la labor pública con la misma intensidad y trabajo con las que lo he estado haciendo en los últimos años», manifestó ayer.

El diputado provincial de Mazón deja también sus cargos orgánicos en el partido, un adiós que, diversas voces en el partido, achacan también al creciente descontento de Ballester con su partido. El diputado provincial estaba considerado como un estrecho colaborador de Mazón.

No en vano tenía cargo en la dirección provincial como vicesecretario de Comunicación y fue vicepresidente del comité organizador del congreso regional que convirtió a Mazón en presidente regional. Además, fue coordinador del PP en la Vega Baja desde el año 2012 a 2020.

Sin embargo, el presidente alicantino no le dio papel relevante en el organigrama de la dirección regional. Solo estaba en la lista de vocales de la junta directiva, algo que podría haber disgustado al dirigente alicantino.

Ballester estaba considerado como un auténtico «pata negra» de Pablo Casado. De hecho, fue de los primeros en posicionarse a favor del hoy líder nacional cuando este se midió en primarias con Soraya Saénz de Santamaría y Dolores de Cospedal. Ballester mantenía muy buena sintonía con Casado y con el secretario general del PP, Teodoro García Egea. Algunas fuentes apuntaban ayer que Ballester ha decidido centrarse en nuevos retos profesionales, pero que se va «desencantado» con la actual dirección del partido.

Desde el PPCV se mantenía ayer que, a diferencia de lo ocurrido en el Consell, con la marcha de Dalmau, la salida de Ballester se debe a motivos estrictamente profesionales.

Mazón resaltó ayer «el buen hacer y la dedicación con la que Ballester ha ejercido responsabilidades políticas y públicas durante los últimos años, impulsando proyectos e iniciativas que han contribuido a situar a la Diputación de Alicante y la provincia en la vanguardia en materias como la transparencia o los fondos europeos».

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