La inesperada crisis de Gobierno que se abrió en la Diputación de Alicante con la sorpresiva marcha de su portavoz Adrián Ballester suma un nuevo capítulo, aunque esta vez planificado por el jefe de la institución y presidente del PPCV, Carlos Mazón, y que tiene por objetivo reforzar a su núcleo duro dentro del partido.
Así, el vicesecretario de Organización del partido, Juan Francisco Pérez Llorca, deja al acta de diputado provincial para centrarse en las labores del partido, al tiempo que recaerá en él la estrategia autonómica del municipalismo «para impulsar un proyecto de partido que trabaje la estructura de abajo a arriba», según Mazón. Pérez sustituye al propio Mazón al frente de la portavocía del PP de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), un cargo que podría haber compatibilizado con su acta de. Mazón, sin embargo, ha optado por liberar a su hombre de confianza de las labores institucionales, una decisión que ha causado sorpresa ya que Pérez Llorca era una pieza clave en la diputación. Desde el PSPV se acusó a Mazón de «vaciar» el partido por cuestiones partidistas.
Lo cierto es que Mazón tiene decidido impulsar al máximo su partido y todos sus movimientos conducen a extender su control sobre el partido. Aunque fue elegido presidente regional por amplia mayoría su control del partido fuera de Alicante aún está por llegar. Mazón ha confiando en María José Catalá la secretaría general y ambos mantienen una relación de gran confianza.
Ahora bien, su hombre fuerte es Pérez Llorca. Mazón tiene aún pendiente ejecutar el relevo en la portavocía del grupo en las Corts de Eva Ortiz por Maria José Catalá.
