El presidente de Cataluña, Pere Aragonés, ha ofrecido “complicidad” al Consell que preside Ximo Puig, para acabar con la infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana, si bien, a preguntas de los periodistas, ha admitido que la exigencia de la reforma del modelo de financiación no es una prioridad para su gobierno, centrado en lograr el referéndum y en la negociación bilateral con el Gobierno de España, que busca soluciones al procés català.
Tras dos horas de reunión en el Palau de la Generalitat, Puig y Aragonés han comparecido juntos y han mostrado su disposición a estrechar los lazos entre ambas comunidades tras superar el periodo de “alejamiento institucional”. En su comparecencia, Puig ha indicado que ambos comparten la “preocupación” por poner fin al déficit financiero y fiscal de ambos territorios. Aragonés, que ha recordado que la hoja de ruta de Cataluña pasa por la mesa de negociación con el Gobierno, y en ese sentido, ha acotado su colaboración con el Consell en materia de financiación a ir de la mano con el Consell para que los fondos extra Covid-19 se mantengan en 2022. Aragonés ha evitado comprometerse a que su gobierno se siente a negociar con el resto de comunidades autonómas y el Gobierno un nuevo modelo y ha dejado claro que "este recorrido" en alusión a la negociación multirateral ya lo emprendió Cataluña hace años y que su fracaso es precisamente una de las razones que ha llevado al independentismo. “No hay en estos momentos una propuesta sobre el modelo de financiación”, ha indicado al ser preguntado sobre qué posición tendrá Cataluña en el caso de que se inicie la reforma y el Gobierno ponga encima de la mesa una propuesta. Eso sí, en un claro guiño hacia el Ejeuctivo de Puig, Aragonés ha admitido en varias ocasiones que la situación de infrafinanciación de la Comunitat Valenciana y ha dicho que "comparte" los esfuerzos del Consell para solucionar este problema. Un paso, ha insistido, es pelear junto con el Consell para que el Gobierno amplié el fondo Covid el próximo ejercicio, una reivindicación que ya ha planteado el Botànic.
Puig, por su parte, ha admitido que existen posiciones distintas, pero ha insistido en la necesidad de dialogar y establecer alianzas. “No estoy con ningún frente, esto es una cuestión crucial”, ha subrayado respecto a la solución al problema de la financiación.
El principal punto de encuentro se ha producido respecto a los fondos europeos con la creación de un grupo de trabajo, “una alianza táctica” para captar recursos europeos. “Es una cuestión de trellat”, ha indicado Puig. El jefe del Consell ha detallado que los acuerdos incluyen la defensa conjunta de las transferencias de los fondos europeos a la comunidades autónomas, el establecimiento de mecanismos de cooperación en el ámbito publico y alianzas en proyectos paralelos. Además, durante el encuentro se han abordado otras cuestiones compartidas en el ámbito social, cultural y en las infraestructuras.
Puig ha hablado de la salud mental; el impulso al corredor mediterráneo y, en el ámbito cultural, ha hablado de la “máxima porosidad de relaciones y de buscar soluciones en el espacio audiovisual”. Ambos apostado por avanzar en la reciprocidad entre À Punt y la TV3.
“Los lazos entre la Comunitat Valenciana y Cataluña han existido, existen ahora y existirán en el futuro. En la medida que depende de mi, con independencia del encaje con España, por nuestra parte, toda la colaboración, porque hay una realidad compartida y queremos profundizar en ella”, ha concluido Aragonés.
El encuentro entre el presidente Ximo Puig y su homólogo catalán tiene lugar nueve meses después de la reunión que ambos mantuvieron en Cataluña, una cita en la que el jefe del Consell logró sumar al dirigente catalán en su cruzada contra la Comunidad de Madrid por el dumping fiscal. Pero el reto de la cita de hoy era otro: sumar a la comunidad vecina a la reivindicación de la reforma del modelo de financiación y, al menos, atar su compromiso de regresar a los foros de negociacion. La aspiración era de calado ya que incorporar al gobierno catalán en la petición al Gobierno de Pedro Sánchez para que aborde ya el cambio de modelo de financiación habría sido un elemento de presión importante. Además, ayudaría a encauzar y normalizar las relaciones del Ejecutivo nacional con una comunidad que, con el procés y el recrudecimiento del independentismo, lleva años alejada de los foros habilitados para debatir sobre cuestiones de Estado, entre ellas el reparto de recursos. Cataluña, sin embargo, sigue aspirando a una relación bilateral.
Cataluña tiene una situación financiera muy distinta a la C. Valenciana ya que técnicamente no sufre “infrafinanciación”. El último informe de Fedea sitúa a Cataluña por encima de la media de financiación y muestra que el cambio de modelo en 2009, el denominado modelo Zapatero, les ha beneficiado ya que con promedio 100 han pasado de 99,6 a 101%. Con todo a Cataluña le perjudica también la competencia de Madrid en bonificaciones fiscales y de ahí que ERC llevó al Congreso de los Diputados una propopuesta de armonización fiscal que incluyera un tope a las deducciones fiscales de ciertos impuestos, en concreto, el de patrimonio. Hoy, Aragonés, se ha referido también ha esta cuestión y se ha mostrado favorable a una regulación que frene esta competencia por parte de Madrid.
Más allá de la financiación, la cita Puig-Aragonés ha permitido ahondar en esta idea de normalización de las relaciones. De hecho, durante la comparecencia ambos han evidenciado su sintonía.
