Pérdida de alumnado en las escuelas, retrasos en el pago de las subvenciones, disminución de afiliados y rescisión de contratos para actuaciones son las principales consecuencias que han sufrido las sociedades musicales de la Comunitat Valenciana a causa de la pandemia del coronavirus.

Así lo refleja un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) que analiza el impacto de la covid-19 en estas sociedades musicales y que revela que para tres de cada cuatro de estas entidades, el 74,2 por ciento, el impacto de la pandemia ha sido alto o muy alto.

El trabajo pone cifras a la realidad a la que se han enfrentado estas entidades desde el inicio de la pandemia y detalla que el 63 % de las agrupaciones (dos de cada tres) vieron reducidos sus ingresos como resultado de la pérdida de alumnado; los retrasos en el pago de las subvenciones; la disminución de afiliados; y la rescisión de contratos con ayuntamientos y asociaciones para su actuación en fiestas populares.

En el lado positivo, el estudio destaca cómo a lo largo de la pandemia las sociedades musicales han demostrado su poder de resiliencia y su capacidad de adaptación «con un encomiable espíritu de lucha, defendiendo lo cultural, lo artístico, lo educativo y, por supuesto, su función cívica y social».

«Todo ello se ha reflejado tanto en las inversiones que la mayoría de las sociedades musicales no dudaron en realizar en sus escuelas, como la contratación de más docentes o compra de nuevo material, así como en la adaptación a las nuevas formas de docencia derivadas de la pandemia», apunta Ángela Carabal, investigadora del Microcluster de Investigación en Industrias Culturales y Creativas, Turismo y Tecnología y profesora del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la UPV.

Actualmente, según datos de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV), en todo el territorio valenciano hay alrededor de 1.100 bandas musicales y más de 600 centros educativos; la cifra de músicos ronda los 40.000 y la de socios se sitúa alrededor de los 200.000.

Para la realización de este estudio, el equipo de la UPV distribuyó entre las sociedades musicales una encuesta cuyo objetivo era evaluar el impacto tanto social, como económico, artístico y docente de la pandemia en su día a día.

En el ámbito de la docencia, el estudio constata el gran impacto de la pandemia en las escuelas de música y, entre otras consecuencias, refleja que redujeron las tarifas porque los estudiantes no podían utilizar sus instalaciones, con lo consecuente hubo disminución de ingresos.

«Fatiga online»

Alude además a la «fatiga online» del alumnado, debido a que durante el cierre, los centros de primaria e institutos también se vieron obligados a adaptar sus clases a esta nueva modalidad.

Los estudiantes se cansaron de «vivir en línea», lo que, como recoge el estudio, «provocó el cierre anticipado del año académico musical», según la catedrática Virginia Santamarina, coautora del estudio y coordinadora del Microcluster de Investigación en Industrias Culturales y Creativas, Turismo y Tecnología de la UPV.