El president de la Generalitat, Ximo Puig, pidió ayer no caer en enfrentamientos internos y alejados de la realidad social en un momento clave como es el de la salida de la crisis sanitaria, económica y social que deja tras de sí la pandemia.

Así lo manifestó durante el acto de debate de las enmiendas que los socialistas valencianos presentarán al 40 Congreso del PSOE, que se celebrará del 15 al 17 de octubre en València, lo que supone «una satisfacción y una responsabilidad que viene a confirmar el apoyo del Partido Socialista a lo que se está haciendo en la Comunitat Valenciana», según defendió Puig.

«Estamos en el inicio de la recuperación emocional», destacó el dirigente socialista, que recordó que todavía quedan «grandes debates» por abordar y que «tanto en el congreso del PSOE como en el del PSPV tenemos que hablar de lo que le preocupa a la gente», solicitó. «La vía valenciana es precisamente la de intentar sumar siempre», añadió.

En una España diversa pero cada vez más crispada y alejada entre sí, el PSPV quiere alzarse como un agente cohesionador de esas autonomías periféricas. Esa es la otra premisa con la que el partido ejercerá de anfitrión del congreso y que, según Puig, evidenciará la voluntad del PSPV de «participar en todos los debates sobre el diseño de un futuro en el que la Comunitat quiere estar» porque «no hay debate en España en el que la Comunitat Valenciana no quiera estar», agregó.

El coordinador de la ponencia política del PSPV, Arcadi España, apuntó por su parte que «no es casualidad que el PSOE haya elegido la C. Valenciana para su 40 Congreso», y afirmó que es «un reconocimiento al trabajo que se hace aquí, un trabajo muy importante que se ha hecho desde el diálogo y la ambición».