Gonzalo Belenguer dirige la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT), una asociación líder en su sector que representa a los 11 centros tecnológicos de la autonomía. Con dos décadas de trayectoria, esta entidad tiene como objetivo principal generar conocimiento, coordinar y representar a sus institutos. Estos centros captan fondos regionales, nacionales y europeos para mejorar la competitividad del tejido empresarial valenciano y, con este mismo fin, pone a su disposición un sinfín de herramientas, servicios de asesoramiento y recursos tecnológicos para que puedan mejorar su posicionamiento.

La tecnología se perfila como la herramienta de éxito del futuro...

La irrupción de la tecnología no brinda solo herramientas habilitadoras para los negocios, sino que son un factor estratégico tanto para pymes como para grandes empresas. Todas las organizaciones que no integren en sus estrategias estas capacidades, mermarán su potencial y futuro. La innovación ya no es una alternativa, es un factor decisivo y necesario en un mercado global y volátil.

¿Hasta qué punto es esencial la colaboración entre entidades para acometer este fin?

La colaboración es uno de nuestros elementos esenciales. Sin ella sería muy difícil avanzar con éxito en procesos complejos como son los relacionados con la I+D+i. Así, esta se da con las administraciones públicas como Ivace, la Dirección General de Innovación, la Agencia Valenciana de la Innovación, con universidades, empresas, etcétera. El reto es mayúsculo, pues requiere especialistas en conocimiento aplicado y, en definitiva, en muchas materias que exigen las mejores capacidades. Por suerte, en la Comunitat Valenciana poseemos el talento suficiente. En REDIT somos agentes estratégicos y vertebradores para el desarrollo socioeconómico de nuestro territorio. Tenemos talento y capacidad.

¿En qué acciones se materializa su actividad? ¿Cuáles son sus próximas líneas de acción?

La actividad de los centros tecnológicos de REDIT se puede resumir en que, todos los años, más de 14.000 empresas trabajan con nosotros desarrollando proyectos de I+D+i. Ofrecemos conocimiento aplicado que luego se pone al servicio de empresas y entidades para hacerlas más competitivas. En definitiva, somos aliados de las pymes, que representan el 98 % del tejido empresarial valenciano. Nuestro cometido es ayudarles a implementar el conocimiento aplicado. Vamos a seguir trabajando para que la inversión en I+D+i se incremente en nuestra región, tanto a nivel público como privado, ya que es clave para el fortalecimiento empresarial y el bienestar de los ciudadanos. Otro de nuestros objetivos es seguir ofreciendo a las empresas las mejores instalaciones y laboratorios. En este sentido, REDIT suma casi 200 laboratorios, 15 observatorios tecnológicos, de mercado y de tendencias y somos la primera red española certificada por ENAC. Por tanto, todos nuestros recursos están puestos al servicio de las empresas. Además, les ayudamos en su internacionalización ya que, por ejemplo, formamos parte de la Red Enterprise Europe Network, donde colaboramos con otras 600 entidades. En resumen: generamos alianzas, estrategias e innovación.

¿Qué grandes déficits acusa el tejido empresarial valenciano?

No me gusta hablar de déficits, sino de retos. La digitalización de las organizaciones y de las empresas es uno de los principales. También es necesario acometer una adecuación de la formación de los empleados para que puedan mejorar sus capacidades. Tenemos que capacitar a los trabajadores si queremos consolidar el valor de la tecnología. La transición ecológica está ahí y estamos desarrollando proyectos altamente interesantes a nivel europeo.