Apenas siete días después de que las autonomías llegaran a un acuerdo, la tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 ha empezado a inocularse en las residencia de ancianos de la C. Valenciana. En total, van a ser más de 20.300 los mayores que viven en alguna de las 329 residencias de las tres provincias los que van a recibir esta dosis de refuerzo, con la que los expertos esperan elevar su respuesta inmune contra el coronavirus.

El proceso empezó ayer miércoles tras una reunión de coordinación el martes por la tarde en la que se avisó que iban a empezar a enviarse viales a las residencias. Esta vacunación extra podría estar finalizada para finales de esta semana, según explicaron fuentes de la patronal Aerte, que aplaudieron ayer la medida. En esta ocasión sí se ha contado con el personal de los centros para llevar a cabo la vacunación de los mayores.

Desde la Conselleria de Sanidad se tenía claro que no se iba a esperar a principios de octubre —tal como apuntó la ministra de Sanidad, Carolina Darias— ni al cierre de los vacunódromos para dar la tercera dosis en residencias y, una vez se contó con la aprobación del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y de la Comisión de Salud Pública, se empezó a trabajar en la organización para empezar lo antes posible. La tercera dosis también se está inoculando a los 40.000 valencianos considerados colectivo de riesgo.

Reforzar la inmunidad de los mayores en residencias está sobre la mesa desde que a principios de mes el Centro Europeo de Prevención y control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) pidieran poner cuanto antes esta dosis extra en personas inmunodeprimidas y que se considerara también hacerlo entre los mayores frágiles, «en particular aquellos que viven en ambientes cerrados como residencias». Los expertos apuntan a que esta decisión se toma en base a la menor capacidad de los ancianos a generar protección tras vacunarse ya que el sistema inmune se deteriora con la edad —la llamada inmunosenescencia— y a que, en los ambientes cerrados, como las residencias, la transmisión funciona mejor. Así lo refrenda el ministerio que recuerda que los internos son, «en su mayoría, personas frágiles de edad avanzada y con pluripatologías, además de tener mayor riesgo de exposición y transmisión dentro de la propia institución, desencadenando brotes».

Sanidad, a través de la fundación de investigación Fisabio, está desarrollando un estudio en residencias que determinará si la protección que da la vacuna frente a las formas graves de la enfermedad decae con el tiempo. Si así fuera, abriría la puerta a dosis de refuerzo en otros colectivos.

Mientras se abren vías para estas terceras dosis, la campaña de vacunación por grupos de edad sigue adelante. El 87,2 % de la población mayor de 12 años ya cuenta con la pauta completa después de que desde el lunes se hayan puesto 51.580 dosis más desde el pasado lunes. La cobertura entre los adolescentes de 12 a 19 años llega al 75,3% y aún quedan otros 37.270 que se pusieron la primera dosis y aún tienen que recibir la segunda. Para esta semana, Sanidad había dado cita a 105.024 personas y sigue abierta la vacunación libre los días en los que los vacunódromos estén abiertos.