"El Gobierno y los medios nos manipulan". "¿Qué pasa con los casos en los que han muerto vacunados?". "Esto es una farsa". "Se ocultan los efectos adversos de las vacunas"...estos son algunos de los argumentos más esgrimidos entre quienes se declaran abiertamente antivacunas o quizás negacionistas. Según datos de la Conselleria de Sanitat, hay 52.154 valencianos que han rechazado explícitamente ponerse la vacuna contra la covid-19. A parte, hay otra gran cantidad de personas que no han acudido a la llamada para recibir su inoculación, tal vez porque no fue posible localizarlos o porque quizás se fueron de vacaciones y no bloquearon las fechas en las que iban a estar fuera.

A 3 de septiembre de 2021, el 82 % de personas ingresadas en las UCI de los hospitales valencianos no tenían la pauta completa. Los había de todas las edades porque "el 'bicho' no perdona" y no se sabe a quién le puede afectar de una forma más grave aunque sea una persona sin patologías previas o se considere de menor riesgo por ser más joven.

Aunque la respuesta a los argumentos de aquellos que se niegan a vacunarse sea contundente, hay un hecho que puede revertir esta postura. Lamentablemente a veces llega cuando alguien a quien estimas se ha visto afectado de forma grave por el coronavirus. Este es el caso de Rubén Albors, un joven valenciano de 28 años que fue testigo de cómo su amigo Dany, de 36, fallecía el pasado 18 de septiembre después de un mes en cuidados intensivos afectado por la covid. "Hasta que no lo ves tan cerca, no te das cuenta del mal que provoca esta enfermedad".

"No acababa de creerme el tema de la covid, aunque empiezas a ver gente muriendo y te planteas ciertas cosas"

Rubén compartía con Dany su amor por las motos y estuvo presente en el funeral de este último cuando los compañeros de GASS VLC homenajearon a Dany haciendo rugir sus motores y 'quemando rueda' a las puertas del tanatorio de Campanar mientras el coche fúnebre abandonaba el lugar con el féretro de su amigo. Además, Rubén se ha convertido en un ejemplo de reflexión y reconsideración o de cómo alguien puede cambiar de idea con respecto a la vacuna y optar por protegerse a si mismo y a quienes les rodean. "Cuando mi madre se enteró de la muerte de Dany me pidió que por favor me vacunara". Tres citaciones previas de Sanitat no habían obtenido respuesta.

"Después del funeral llamé para informarme de dónde podía ir a vacunarme e inmediatamente me acerqué hasta el punto de vacunación de Mestalla", cuenta Rubén a Levante-EMV con su primera dosis de Pfizer y solo un ligero dolor de brazo como secuela. Este joven explica que no había ido a recibir su dosis antes por "miedo". "No acababa de creerme el tema de la covid, aunque empiezas a ver gente muriendo y te planteas ciertas cosas". De nuevo una circunstancia tan humana como tener dudas o miedo está presente.

Información un tanto confusa o directamente falsa sobre la vacuna que plaga las redes sociales, e internet en general, acaba arrojando una sombra sobre los datos oficiales y el testimonio de los sanitarios que han estado en primera línea. Aunque nada como un duro golpe de realidad para abrir los ojos: "me he vacunado por prevención, no quiero que me pase lo mismo que a Dany, que era como de mi familia. Además al final vacunarse no cuesta nada, más vale perder cinco minutos que perder la vida".

Ahora, Rubén espera recibir la segunda dosis el día 9 de octubre. "Reconozco que esta me da un poco más de respeto" pero al final, este joven está convencido "no pasa nada, si puedes evitar acabar ingresado grave, o simplemente ingresado, mejor".