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Compromís ve espacio dentro del Botànic para pactar la tasa turística

Denuncia que solo llegan al Consell la mitad de ayudas europeas

El síndic de Compromís, Fran Ferri, durante su intervención ayer por la tarde en las Corts. | LEVANTE-EMV

Hay posibilidad para un acuerdo en el Botànic que permita implantar la tasa turística. Lo desveló durante su intervención el síndic de Compromís, Fran Ferri. Según el portavoz, quienes en el tripartito trabajan por la implantación de este impuesto saben que hay terreno para el acuerdo. Ferri pone incluso fecha, hasta diciembre, para explorar esa opción.

El otro gran anuncio del discurso de Compromís es que la coalición no solo buscará activar la mayor participación posible en la manifestación por la financiación justa del 20 de noviembre, sino que recogerán firmas, también por unas infraestructuras dignas, entre los valencianos y las llevarán «personalmente» a La Moncloa. La coalición saldrá a la calle en cada pueblo, ciudad y barrio. Y en cada estación. La idea, según concretó, es plantear una campaña de recogida de firmas para exigir al Gobierno que escuche a los valencianos y deje de considerarlos ciudadanos de segunda. Compromís acaba de salir a la calle para denunciar el deficiente servicio de las Cercanías valencianas, el peor, según dijo, de España, líder en cancelación y retrasos, lo que le ha llevado a perder 10 millones de usuarios.

La mitad en ejecución que Madrid

Pero más dañina que la infrafinanciación es la infraejecución, asegura Ferri, que señala que entre 2015 y 2019 los gobiernos españoles ejecutaron en Madrid el doble de inversión que en la Comunitat Valenciana, una situación a la que se refirió como un «robo» y «corrupción territorial».

También denuncia Compromís incumplimientos del Gobierno como los 700 millones que no llegan para dependencia o que la Comisión Europea haya enviado a España dinero para los valencianos por 1.300 millones, pero a las arcas valencianas solo hayan llegado 700 millones, señaló.

También reivindicó, con el clásico «larga vida al Botànic», que esa es la fórmula de gobierno que Compromís quiere mantener, aunque tenga complicaciones y haya un partido «que piense que gobierna en solitario», en referencia al PSPV. Y defendió un Botànic plural, dialogante, que practique la cogobernanza y plantee políticas valientes y transformadoras.

También defiende un presupuesto más potente para los medios públicos valencianos o la jornada laboral de 4 días o 32 horas semanales. Y rechazó la ampliación del puerto de València, un debate en el que reclama que se tenga en cuenta la voz de la ciudad. Con todo, el gran reto es la emergencia climática y frenar el machismo, el odio y la injusticia.

Agradeció a su grupo que le permita ser síndic por la visibilidad que supone para el colectivo LGTBI y defendió un gran acuerdo de los partidos democráticos contra la LGTBIfòbia, el racismo o las expresiones de odio.

Y criticó la propuesta de reforma fiscal del PP que baja impuestos a los ricos y lo contrapuso a las políticas del Botànic: menos copagos, más dependencia y renta de inclusión frente a políticas como la de la exconsellera Catalá que quiso cobrar a los niños por llevarse el «táper» de la comida de casa.

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