La Vía Verde Ojos Negros se convirtió ayer en una torre de Babel de culturas y lenguas. Cicloturistas de Alemania, Bélgica, Chequia, Escocia, Irlanda, Italia, Portugal recorrieron 34 de los 167,5 kilómetros de esta ruta ciclopeatonal. La más larga de toda España y que comunica Aragón con el Mediterráneo a través de la Comunitat Valenciana.
La ruta era una visita técnica a la ruta ciclopeatonal dentro de la Jornada Internacional de Vías Verdes, Movilidad, Ocio y Turismo, celebrada desde el jueves en el Palau de les Arts de València. Una cita en la que también se entregaron los 10º Premios Europeos de Vías Verdes que organiza la Asociación Europea de Vías Verdes cada dos años. Y en los que la vía verde de Ojos Negros obtuvo un reconocimiento «como referencia de buenas prácticas en Europa».
El jurado ha valorado «la conversión de un ferrocarril minero de propiedad privada en una vía verde muy atractiva y de acceso universal que combina el respeto a los valores naturales y etnológicos del territorio con el uso recreativo y la movilidad sostenible».
Y añaden que «el mantenimiento de los 76 km de túneles y viaductos ha sido clave a lo largo de las dos décadas de su construcción [que cumplirá el próximo 10 de mayo], para fomentar el uso de esta vía verde cada vez más popular, y que se ha convertido en un activo esencial para la economía de esta zona rural de montaña mediterránea», señalaba el jurado.
Pedaleo sosegado
Unos atractivos que ayer pudieron disfrutar los cicloturistas internacionales en tres horas y media de pedaleo slow entre las localidades de Jérica (l’Alt Palància) y Algímia d’Alfara (el Camp de Morvedre), organizada al milímetro por Mediterranean Bike Tours. Buscar la inspiración e, incluso, copiar buenas prácticas de éxito es lo que persiguen este tipo de viajes pensados para los promotores de vías verdes y para las empresas que ofertan este tipo de viajes, también presentes en la ruta de ayer, llegadas desde Andalucía o Cataluña.
El cicloturismo de alforjas es un nicho de mercado que comienza a eclosionar en España. El resto de países europeos nos llevan años luz de delantera. Aunque durante la ruta de ayer el grupo de promotores de las vías verdes se cruzó con varios cicloturistas europeos que disfrutaban de la vía verde de Ojos Negros a su paso por Jérica donde la Casilla «Santa Bárbara» informa sobre la ruta y ofrece un pequeño respiro, gracias al buen saber hacer de Juan Barrachina.
La ruta organizada ayer también permitió reunir al director general de Transportes que impulsó la vía verde hace dos décadas y la directora general de Obras Públicas que logrará completar el recorrido hasta Sagunt. El primero fue Vicente Dómine quien rememoraba la complejidad de impulsar un proyecto de este tipo hace dos décadas. «El geógrafo Paco Tortosa fue el primero que me habló de esta posibilidad. Finalmente pudimos expropiar a coste cero el trazado del antiguo ferrocarril de Sierra Menera» aunque la inversión que se tuvo que hacer «no fue bien entendida por todo el mundo», rememoraba Dómine.
Roser Obrer también confirmó a Levante-EMV que en breve se licitarán las obras para completar la vía verde hasta Sagunt. Un sueño que se persigue desde hace dos décadas y que ha debido superar «multitud de trabas burocráticas, además de coordinar a varias Administraciones».
