Ha habido de todo. Con 50 presidentes y presidentas provinciales del PP de todas partes de España, las intervenciones han sido de lo más variopintas. En el mundo anglosajón existe el concepto Elevator pitch; una técnica discursiva que tiene como objetivo presentar un proyecto en lo que dura un viaje en ascensor. Algo así ha sido el quinto panel de hoy en la Convención Nacional del PP en València, donde cada dirigente ha usado un tono y ha dirigido su discurso hacia donde ha querido, pero todos con un común denominador: "Pablo Casado será el próximo presidente del Gobierno".
Por eso todos, de una u otra forma, le han recordado las necesidades de sus territorios. Soria, Zamora, Menorca, Valladolid, A Coruña, Córdoba... así hasta 50 provincias. Sin embargo, algunas han destacado por el ingenio y aportación que han realizado ante el auditorio del Palau de Les Arts, donde Pablo Casado asistía a las "preces" de todos sus compañeros. La presidenta del PP en Lugo, Elena Candía, ha comenzado su intervención pidiendo un momento de recuerdo al fundador del partido, nacido en la provincia, Manuel Fraga Iribarne, ante lo que se ha desencadenado un gran aplauso con todos los asistentes de pie, incluido Pablo Casado.
Candía ha cerrado su discurso con una petición que ya se oyó en las jornadas de esta semana: "Espero que en la próxima convención seamos muchas más mujeres", y se ha vuelto a desencadenar otro aplauso secundando la proposición, pese a que de entre los 50 dirigentes, ni siquiera una tercera parte eran mujeres. Javier Maroto, portavoz del PP en el Senado, ha sido el moderador de esta mesa y el encargado de cortar a los presidentes en cuanto se pasaban del tiempo estipulado para cada intervención, 1 minuto.
Otra de las intervenciones más aclamadas ha sido la que ha llevado a cabo el líder provincial de Barcelona, Manu Reyes, cuyo discurso ha ido incrementando el tono hasta acabar gritando y vitoreado por los asistentes: "Hay un gran partido que garantiza la unidad del país y mientras exista el PP, la Torre del Oro, la Plaza del Sol, la Sagrada Familia y la playa de Castelldefels, ¡serán siempre españolas!", ha vociferado, con el auditorio puesto en pie. Su compañero de Lleida, Xavier Palau, ha tenido un discurso parecido que también ha provocado el entusiasmo de los asistentes.
También ha habido otras anécdotas que han llevado a la risa, como la intervención de Manuel Baltar, de Ourense, quien ha confesado ser "el más novato de todos": tan solo lleva seis días como presidente ya que fue elegido esta misma semana.
Otros han aprovechado el micrófono para poner deberes a Casado, como Benjamín Prieto, de Cuenca, quien ha lamentado que en estos momentos "no se puede llegar a València desde Cuenca en Ferrocarril", ya que la línea Madrid-Valencia con el 'borreguero' está cortada desde enero, por el temporal Filomena.
