La Comunitat Valenciana encabeza el número de instalaciones sujetas a la directiva europea de emisiones, con 176, lo que representa el 20,6 % del total de las existentes en España. Esta es una de las conclusiones que se conocieron ayer en la presentación en Calp de la XII edición del Informe sobre emisiones de CO2 que elabora la Fundación Empresa y Clima. Un estudio que incide en la obligación de multiplicar por diez los esfuerzos actuales para poder alcanzar los compromisos del Acuerdo de París.
En el encuentro, la consellera de Transición Ecológica y Emergencia Climática, Mireia Mollà, reivindicó la necesidad de agilizar de manera «exponencial» la reducción de elementos contaminantes para alcanzar los objetivos en materia de descarbonización que fija recortar las emisiones en un 40 % para el año 2030 y alcanzar la neutralidad en 2050.
La consellera recuerda que, el citado documento que recoge los datos oficiales, a cierre de 2019, «constata el ritmo lento en reducción de emisiones y nos sirve para consolidar las líneas de la agenda verde tanto europea como valenciana». Pero, además, advierte de que las estimaciones preliminares de 2020 califican de «temporal» y «no representativo» el brusco descenso registrado el pasado año como consecuencia de la crisis sanitaria de la covid-19 que limitó la actividad, el comercio y la movilidad.
Rebaja del 2,1 %
De hecho, los resultados del informe señalan que la Comunitat Valenciana rebajó en 2019 sus emisiones verificadas un 2,1 %, respecto a los datos de 2018, pasando de los 8,9 a los 8,7 millones de toneladas de CO2. Un porcentaje, todavía lejos de los objetivos, y que evidencia la obligación de un trabajo coordinado y proactivo para reconvertir y sumar las aportaciones de la industria y de los sectores para rebajar la producción de emisiones.
En esta línea, la titular de Transición Ecológica puso el acento en el incremento de las emisiones de CO2 per cápita que ponen de manifiesto la contribución individual de todas y cada una de las personas para acelerar la transformación.
Con todo, Mireia Mollà trazó algunos de los ejes normativos de acción. A la ley valenciana de Cambio Climático o la Estrategia Valenciana de Cambio Climático y Energía se añade ahora el Plan Valenciano de Energía y Clima (ya licitado) que interpela de manera sectorial con el fin de equilibrar el esfuerzo de las próximas décadas.
La Comunitat Valenciana es la autonomía que tiene más instalaciones sujetas a la normativa europea de emisiones con 176. De estas -cuyas emisiones se someten a un proceso de verificación- 111 corresponden al sector cerámico que ha visto reducidas sus emisiones con respecto a los resultados de 2018. Los niveles mantienen así la senda decreciente por segundo año consecutivo, tras el repunte de 2017.
