Era su presentación en sociedad como nuevo presidente del PPCV, pero el día se acabó torciendo ayer para Carlos Mazón. La decisión del Juzgado de Instrucción número 18 de València de procesar a todo el equipo de gobierno de la exalcaldesa de València, Rita Barberá, por el conocido como el caso del pitufeo obligó a Mazón a pronunciarse, por primera vez desde que está al frente de la organización valenciana, sobre uno de los casos de corrupción más sonados de la etapa popular y que supuso el final de la carrera política de Barberá. El icono que los populares, con María José Catalá como nueva alcaldable, llevan tiempo ahora tratando de rehabilitar. Sin ir más lejos en el reciente mitin de la plaza de toros de València, la fallecida Barberá fue la figura ausente más mencionada por Génova y el PPCV.
Contingencias al margen, Mazón cumplió con el protocolo que toda personalidad política con aspiraciones de poder tiene en la agenda: presentar su proyecto en un foro de debate de prestigio, como es la Tribuna Club de Encuentro Manuel Broseta. Un acto que movilizó a la plana mayor del PP (diputados, concejales, alcaldes, así como exaltos cargos de la etapa de Francisco Camps y de Eduardo Zaplana) y a representantes del empresariado, entre ellos, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, el secretario general de AVE, Diego Lorente, o el presidente de la Cámara de Contratistas, Manolo Miñes. También acudieron responsables de la sociedad civil, entre ellos, los decanos de los colegios de arquitectura e ingeniería o del mundo del Derecho.
Sin medidas ya anti covid-19, la sala habilitada para su conferencia en un céntrico hotel de València brindó una imagen con la que los populares han querido de nuevo rememorar los tiempos de las mayorías absolutas.
El acto sirvió a Mazón para dibujar su proyecto si llega al Palau de la Generalitat. Bajo el título «La Comunitat de tots», el responsable popular basa su propuesta para remontar la economía en tres ejes: la sociedad civil como el verdadero líder; la confianza en la capacidad de futuro de la Comunitat; y, por último, la generosidad para escuchar a todos, ya que «las mejores ideas no siempre son de nuestras ideologías, partidos o amigos». Así, en este proyecto abierto defendió «declarar zonas desmilitarizadas del conflicto político». «Hay que promover una nueva cultura política en la que los intereses de los ciudadanos estén por encima de los intereses partidistas de cada uno», indicó.
En esa nueva etapa que pide abrir, Mazón reiteró su oferta de pacto político al president Ximo Puig, para consensuar enmiendas conjuntas a los presupuestos generales que mejoren la dotación de inversiones a la C. Valenciana. Mazón defendió la bajada de impuestos y avanzó una propuesta para reducir en 300 millones la «grasa» de la administración.
En un lugar tan emblemático como el Club de Encuentro Manuel Broseta, Mazón, en presencia de familiares del político asesinado por ETA, aludió a las palabras de Arnaldo Otegui, para defender que las víctimas no pueden caer en la humillación. «Deben pedir perdón y condenar la violencia», dijo.
