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El Botànic cierra filas para evitar que la oposición repruebe a Oltra

La vicepresidenta responde que la derecha busca su erosión política

La vicepresidenta Oltra, ayer en una bancada del Consell totalmente vacía. Levante-emv

Las formaciones del Botànic, PSPV, Compromís y Unides Podem, han cerrado filas en el pleno de las Corts con la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. Lo han hecho para frenar el intento de reprobación de la también consellera de Igualdad por parte del bloque de la derecha, que exige su destitución por uno de los asuntos más delicados de la legislatura, la condena a su exmarido a cinco años de prisión por abusos a una menor tutelada en el centro de menores Niño Jesús en el que trabajaba como cuidador.

La iniciativa de Ciudadanos, a través de una proposición no de ley, se votará hoy en el pleno, pero la posición de los partidos ya quedó clara en el debate de ayer. La izquierda votará en contra de la propuesta y salvará de la reprobación a la vicepresidenta mientras la derecha reclama la destitución, como solicita Cs, que considera que es el momento de asumir responsabilidades políticas.

La diputada de Ciudadanos María Quiles defendió la iniciativa de la reprobación. Y aseguró que ha existido abandono por parte de la Conselleria de Igualdad a la menor tutelada con el único objetivo de proteger los sillones.

Según Ciudadanos, se ocultó y se desprotegió a la menor que sufrió abusos sexuales continuados en un centro dependiente de la conselleria. Quiles añadió que son tres sentencias condenatorias las que cuestionan el tratamiento y la atención que recibió la víctima. La diputada leyó partes de la sentencia que hablan de «hostilidad y absoluta falta de empatía hacia la víctima» y de que «falló quien debía protegerla» para concluir que la conselleria tuvo oportunidad de ayudar a la niña afectada y miró para otro lado y reprochó que la izquierda dé clases de feminismo y de integridad.

Ya dio explicaciones en abril

Oltra, que ya dio explicaciones en las Corts en abril cuando ella misma pidió comparecer tras la condena a su exmarido, se defendió en el pleno por la tarde cuando intervino en una interpelación de Vox, que también exigió su destitución. «No pararemos hasta verla salir por la puerta», dijo la síndica, Ana Vega, que llamó fascista a la vicepresidenta. Oltra respondió que era hija de trabajadores exiliados y que ningún fascista de Vox le iba a hacer bajar la cara. Oltra añadió que el bloque de la derecha no tiene ningún interés por los menores ni por las víctimas de abusos y que solo buscan su desgaste político y que deje el escaño.

En la misma línea, el diputado de Compromís Carles Esteve acusó a Ciudadanos de volver a llevar a las Corts un debate que ya no aporta ninguna novedad ya que en las sentencias ha quedado demostrado que no se juzgaba por los hechos ni a la vicepresidenta ni a la Conselleria de Igualdad y lamentó que Ciudadanos se haya convertido en la ultraderecha extraparlamentaria y en un ariete de un pensamiento que hasta ahora no había llegado a la cámara.

Los socios del Botànic defendieron la actuación de la conselleria. La diputada de Unides Podem Irene Gómez señaló también que las sentencias judiciales dejan muy claro que el culpable es el agresor y que en política no todo vale. «Usan juicios paralelos para dañar a una rival política, instrumentalizan situaciones políticas para obtener un rédito político, pero lo que hacen es secundar a Vox», resumió Gómez.

La socialista Laura Soler, por su parte, pidió a Ciudadanos que deje de repetir teorías «a sabiendas de que son mentira».

Desde el PP, la diputada Elena Bastidas defendió que la reprobación a Oltra está justificada por el menosprecio y por entorpecer la investigación de los abusos a la menor. «Oltra pudo llamar a los grupos políticos de esta cámara y apartarse del caso por su vinculación personal, pero hizo lo contrario, decidió no hacer nada», lanzó Bastidas, que denuncia que lo más reprobable desde el punto de vista ético y político es «cuestionar el testimonio de la menor y no asumir responsabilidades políticas». Un debate que no cesa.

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