Los indicadores de calidad de vida de los españoles a causa de la pandemia y sus consecuencias son evidentes en la Comunitat Valenciana. La lógica regresión se nota en la salud y en la economía, especialmente, pero también salimos fortalecidos en otros aspectos, como es el caso de las relaciones sociales. Así se desprende de los datos que ofrece la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), que evalúa el progreso de España y de las distintas comunidades autónomas en el año 2020, marcado en rojo por la llegada de la covid-19.

El parámetro sanitario es especialmente significativo para determinar una radiografía de la situación. Es el más resentido, tanto en el ámbito nacional como en el valenciano. La encuesta recoge una caída de la esperanza de vida, el indicador más válido para determinar la salud de las personas. En la Comunitat Valenciana descendió en medio año: pasó de los 83 años en 2019 a 82,4 en 2020. A nivel nacional, se produjo una bajada de 1,2 años en relación con el año anterior.

Hay un dato sanitario que es especialmente relevante en el caso valenciano. Fue una de las comunidades que más se resintió en la atención a los enfermos. Concretamente, fue la autonomía donde más personas no accedieron a cuidados médicos pese a necesitarlo. Un 3,6 % de la población valenciana dejó de hacerlo frente al 0,2 % del año anterior. Es el dato más alto desde 2016.

La principal causa por las que muchas personas no buscaron asistencia en tiempos de pandemia apuntan al miedo a los hospitales por un riesgo mayor de contagio y una mínima parte lo achaca a la saturación de las listas de espera y a la distancia de los centros médicos en meses de confinamiento. La Comunitat lidera este apartado por delante de la Cataluña (2,7 %), Madrid (2,7 %) y Canarias (2,6 %).

Pese al tiempo de confinamiento en 2020, el número de personas que practicaron ejercicio físico regular continuó en plena evolución. No hay datos de 2019, ya que el anterior era de 2017. Pues bien, del 26,1 % de la población que prácticamente algún tipo de deporte de forma frecuente se pasó el año pasado al 32,2 %, una cifra que evidencia la sensibilidad general por llevar unos hábitos de vida saludables. Lo confirma especialmente la cifra que compara a las personas sedentarias de 2017 a las de 2020, ya que pasó del 24,9 % al 40.8 %, un progreso sobresaliente.

También ha bajado el número de fumadores, grupo en el que entran las personas que lo hacen diariamente. El descenso es muy agudo. Nada menos que pasó del 24,8 % de la población en 2017 a menos del 20 % (19,9) en 2020.

No hay un vínculo con la crisis sanitaria, porque este parámetro data de 2018, pero no deja de ser significativo que haya subido el parámetro de la confianza de las personas en los demás desde 2013. Un dato que ha subido medio punto, del 6,3 al 6,8 %, hasta 2020, y que sin duda es un reflejo del progreso social.

El nivel de formación baja

El nivel de formación alcanzado por los jóvenes valencianos es otro de los puntos que descendieron el año pasado. El porcentaje bajó un punto, del 30,6 al 29,6 % y se sitúa casi exactamente en la media española, que pasó del 29,5 al 30,5 %.

En lo que respecta al nivel de formación de la población total, de 0 a 64 años, la Comunitat Valenciana (38,5 %) se sitúa ligeramente por encima de la media nacional (38,2 %).