La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, a través de la comisión técnica de análisis ambiental integrado, ha aprobado el nuevo régimen de funcionamiento de la cementera de Buñol, mediante la nueva Autorización Ambiental Integrada, y el desmantelamiento del horno de cemento gris.

Con este trámite, la Administración da cumplimiento, entre otros, al requisito de la UE de renovación de esta autorización. En la actualidad, la empresa ya se encuentra en fase de desmontaje de la línea de cemento gris, tal y como se incorpora en la autorización. En el procedimiento se han estimado seis nuevas alegaciones de las asociaciones ecologistas y de la comarca, así como seis nuevas alegaciones de la empresa propietaria, además de mantener como mejor técnica disponible la necesidad de incorporar nuevos equipos para el control de emisiones a la atmósfera.

La autorización evacuada implicará la reducción de la combustión de coque de petróleo en unas 374.000 toneladas anuales en régimen nominal de funcionamiento de las instalaciones, lo que implica una reducción de más de 1.000.000 toneladas de CO2 equivalente anuales.

La propuesta evacuada impide asimismo la valorización energética de residuos de elevada peligrosidad, al amparo de lo previsto en el Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana, Decreto del Consell de 5 de abril de 2019, publicado en el DOGV de 26 de abril de 2019, según el artículo 28 k) del mismo.

Igualmente, como novedad, se obliga a la multinacional titular de la explotación, a realizar análisis periódicos de suelos en el entorno, al igual que otras renovaciones de autorizaciones industriales similares del sector, según informa la Generalitat.