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De okupada Escuela de Agrónomos a consultas externas del Clínico

Las obras repararán los parasoles de hormigón y se pondrán lamas de aluminio

Recreación de cómo se verá la torre reformada de la Escuela de Agrónomos y una figuración de cómo quedará un «luminoso» espacio interior. | LEVANTE-EMV

Quién le iba a decir al arquitecto Fernando Moreno Barberá que su proyecto educativo para albergar la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Agrícolas (EUITA) se iba a transformar, más de medio siglo después, en un reformado edificio sanitario que acogerá las nuevas consultas externas del hospital Clínico de València.

Una de las zonas deterioradas y apuntaladas del edificio de la vieja EUITA. | LEVANTE-EMV

Con una inversión de más de 36 millones de euros esta semana han comenzado oficialmente las obras por parte de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las firmas valencianas Becsa y Edifesa. Con un plazo de ejecución de dos años, el objetivo de esta fase es convertir la torre de cinco plantas de la vieja Facultad de Agrónomos en un nuevo edificio sostenible e innovador, ya que al ser un Bien de Relevancia Local (BRL) está protegido y no es posible su demolición, por lo que se respeta su reconocida fachada en el campus de Blasco Ibáñez, junto al hospital materno, al que se conectará por la planta baja, semisótano y sótano.

De okupada Escuela de Agrónomos a consultas externas del Clínico

El antiguo edificio de la EUITA, que fue proyectado por Moreno Barberá con la colaboración de Cayetano Borso di Carminati entre 1960 y 1962, estuvo abandonado durante más de una década, durante la que sufrió varias okupaciones y daños. La parcela que lo alberga fue comprada por la Generalitat Valenciana en 2017 de cara a la ampliación del hospital.

Según el proyecto de obras de la reforma, ampliación y mejora de la eficiencia energética del antiguo edificio de la Escuela de Agrícolas, realizado por la UTE «Clínico Consultas Externas» -formada por las empresas AIC EQUP, FJ Jiménez Arquitectura y Algescón Levante-, la actuación se basará en los «principios constructivos» del arquitecto autor del edificio protegido con «influencias corbuserianas» en las fachadas con parasoles o ‘brise-soleil’. Así, Moreno Barberá relataba al definir su obra: «La Escuela de Ingenieros Agrónomos y Peritos Agrónomos, en primer lugar, por su naturaleza de Escuela Técnica, tiene que ser un edificio utilitario». Ahora, su utilidad será sanitaria.

La estructura de hormigón armado del edificio torre, así como su cimentación, no presentan problemas ya que su «estado de conservación es bueno» y en los estudios se descartó la presencia de aluminosis. Sin embargo, los forjados existentes de viguetas y bovedillas sí que se hallan en una situación «muy deteriorada», encontrándose muchas zonas interiores apuntaladas, por lo que la rehabilitación de esos elementos estructurales secundarios era «inviable» debido a deformaciones, oxidaciones y vigas fracturadas en volados, entre otros daños. Así, mientras se refuerzan las vigas y pilares principales, esos elementos secundarios dañados sí que se eliminarán y repondrán de cara a «garantizar la resistencia» de la obra. De igual forma, numerosas instalaciones interiores estaban muy dañadas tras sufrir vandalismo y retiradas de elementos.

En la nueva actuación, se usarán materiales contemporáneos con el «objetivo de proporcionar al edificio la mejora de la eficiencia energética», uno de los principales propósitos, y respetando «el lenguaje y calidades constructivas del edificio original» de Moreno Barberá.

Los ‘brise-soleil’ de la fachada se repararán con material adecuado para mantener el aspecto «brutalista» de hormigón original, cubriendo las partes oxidadas que antes se tratarán. Mientras que las lamas existentes de acero, en su mayor parte afectadas por la corrosión, se sustituirán por otras nuevas de similar tamaño y de aluminio extrusionado, que tienen un menor peso y por tanto menor carga para los parasoles de hormigón, además de ser más eficientes energéticamente.

200 nuevas salas externas

El mural cerámico en la fachada sur también se preserva y restaura, mientras que las lamas de madera originales que están en buen estado en el techo de la vieja cafetería se recolocarán para su aprovechamiento.

Con la reforma de la vieja escuela de Agrónomos se crearán casi 200 nuevas salas de consultas externas en el remozado edificio, que en total tendrá siete plantas, entre sótano, semisótano, planta baja y cuatro alturas. El «crecimiento» del edificio ha sido posible en los dos niveles bajo rasante a una cota de seis metros, manteniendo la entrada principal al vestíbulo por la Avenida de Blasco Ibáñez. Por la planta baja y sótanos se habilitarán accesos hacia el vecino hospital materno del Clínico, descartándose la conexión en altura. Las especies de árboles protegidos (olivos, ficus o cítricos) serán transplantados al nuevo jardín que se cree frente a la entrada principal en el número 21.

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