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Pioneras de los caminos

Las primeras valencianas ingenieras creen que se ha de visibilizar la profesión y construir referentes para los niños y niñas para incorporar a más mujeres a un sector masculinizado

De izquierda a derecha: Carmen Monzonís, Mª José Pelufo, Junco Riera y Carmen Castro. germán caballero | ARCHIVO JUNCO RIERA

Dicen que no se sienten pioneras. Que solo son mujeres trabajadoras «normales». Pero lo cierto es que abrieron el camino, y nunca mejor dicho. Fueron las primeras mujeres que estudiaron y se licenciaron en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en la Universitat Politècnica de València (UPV). Rechazan que les llamen «mujeres ingenieras». Ellas son ingenieras. Y a mucha honra. Con esa «a» que las diferencia de la terminología general (la masculina) que les ha acompañado la mayor parte de su carrera. «Hasta 1995 no daban títulos universitarios donde apareciera el término ‘ingeniera’, por lo que casi todas somos ‘ingenieros licenciados’», bromean en un encuentro con este periódico en la sede del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (Ciccp).

Junco Riera en la obra de la presa de Tous en el año 1991, cuando tenía 25 años.

El precedente español lo marcó Araceli Sánchez, exiliada a la URSS para estudiar y que volvió en los cincuenta a ejercer en España. La primera mujer que estudió en este país fue Carmen de Andrés Conde, licenciada en 1973 en Madrid. En la Comunitat Valenciana, la incorporación femenina empezó con María José Pelufo. Se licenció en la UPV en 1977. Seguida por Carmen Monzonís, en el mismo año. Junco Riera y Carmen Castro vinieron después.

Pero no han sido muchas las mujeres que han elegido esta carrera. Solo el 14 % de las personas colegiadas en el Ciccp son mujeres. El 15 por ciento de las docentes son ingenieras y solo el 24 % del alumnado de ingenierías son chicas. En el territorio valenciano, entre 1978 y 1998 (en 20 años), se dieron de alta 36 mujeres en el colegio profesional. Ellas, junto a sus compañeras, fueron las pioneras valencianas. Pelufo y Castro son profesoras titulares de esta enseñanza. Las únicas ingenieras de camino que ejercen como profesoras en la UPV. Y una fue maestra de la otra. Junco Riera, por otra parte, es una emprendedora, tiene su propia empresa y es vicedecana del Ciccp, mientras Monzonís desarrolló gran parte de su carrera en la misma institución como secretaria técnica. Ahora, ambas forman parte de la comisión de Igualdad colegial.

Auto percepción negativa

¿Por qué somos tan pocas?, se preguntan. Los motivos son muchos. «Las profesiones de prestigio social están ligadas a lo masculino. Los roles de género nos dicen que tenemos que dedicarnos a los cuidados y eso cala desde bien pronto en las niñas», apunta Carmen Monzonís.

«Hay un momento de quiebra y de incorporación del estereotipo en el que las niñas comienzan a autopercibir a través de la sociedad que son menos, que no son válidas para disciplinas técnicas». Por eso, añade Junco Riera, que «hay que actuar desde Primaria, ir a los colegios y dar a conocer la profesión, que es rica y apasionante. Hay que crear referentes para los niñas y niños, para que quieran estudiar ingeniería de caminos».

Referentes como los que ella misma o María José Pelufo fueron para sus hijas. Hoy, ingenieras de caminos. Ser un espejo donde mirarse, desvincular las carreras técnicas a los hombres y visibilizar la profesión. «Normalmente se muestra más a empresarios que a ingenieros, el trabajo que realizamos está más a la sombra», explica Carmen Castro. «Pero la vida como la conocemos no existiría sin la ingeniería de caminos», dice convencida la docente.

Pero, para suscitar motivación hay que explicar. ¿Qué es eso de la ingeniería de caminos? Su disciplina, detallan, ordena el territorio, crea los canales de distribución de agua y las vías de saneamiento. Su labor en materia de urbanismo y movilidad es imprescindible. Todas las obras que se hacen tienen detrás a ingenieras de caminos. Mencionan, por ejemplo, las pistas de aterrizaje de los aeropuertos. También la planificación de la ciudad. Que, si se hace con perspectiva de género, se realiza con el objetivo de adecuarla para el 100 % de la sociedad.

A propósito: ¿Cómo es ser una profesional en un sector muy masculinizado? Algunas cuentan experiencias en las que han vivido una brecha salarial de género con compañeros de su mismo rango que llegaban a cobrar el doble. Otras, que trabajar como única mujer y rodeada de hombres es, a veces, incómodo porque te riges por las lógicas masculinas, donde es más frecuente ver prácticas competitivas y luchas de egos. Además, han de demostrar continuamente su valía. «Nos sentimos impostoras porque nos ponen el listón muy alto, nos exigen mucho», dice Carmen Monzorís. Junco Riera añade que algunas sufren de «precipicio de cristal».

Precipicios de cristal

¿Y eso, qué es? «Cuando una mujer ocupa un puesto de responsabilidad (que normalmente ostenta un hombre) y se le ponen retos imposibles para que se caiga». María José Pelufo es contundente cuando este periódico le pregunta sobre cómo ha evolucionado el machismo en este ámbito. ¿Se ha visto un avance? «He visto épocas peores que la nuestra. Ahora hay actitudes machistas con nosotras pero son más sutiles, las tienen por detrás», opina.

Todas reclaman unas cuotas de paridad reales. «Es la forma efectiva para que haya más mujeres», dice Carmen Monzonís. Hartas de que resalten su «súper inteligencia» como «extraordinaria» por estar donde están, las protagonistas ponen los pies en la tierra y reiteran que son «personas normales, ingenieras» y que cualquier persona podría serlo si lo trabaja. Aportar a la sociedad un mejor mundo donde vivir. Ese es el objetivo que persiguen estas ingenieras, que esperan ser (sino ellas, otras profesionales) primeros referentes para que las escuelas se llenen de futuras ingenieras de caminos y que ya no haya pioneras. «Cuando las pioneras queden lejos, significará que hay muchas ingenieras», dice una. Las demás, asienten.

Recorrido en femenino por la historia de la profesión 

Los historiadores Susana Climent y Óscar Calvé presentaron esta semana en la 56 Fira del Llibre su volumen «Pioneras de la Ingeniería Valenciana, Génesis de una disciplina en Femenino», editado por la Conselleria de Política Territorial y la Cátedra Demetrio Ribes de la Universitat de València. Ambos cuentan la historia de la Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos valenciana a través de mujeres pioneras, entre ellas nuestras protagonistas: Mª José Pelufo, Carmen Monzonís, Junco Riera y Carmen Castro. 

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