La alegría que ha supuesto la reapertura esta semana del ferry que une Alicante con Orán y Argel para miles de argelinos que viven en España y podrán reencontrarse con sus familiares, seguramente ha sido recibida con pesimismo por cientos de inmigrantes de Argelia que llegaron en patera y tienen abiertos expedientes de devolución a su país de origen. Aunque por el momento no hay luz verde para reiniciar las expulsiones paralizadas por el cierre de fronteras por el covid, todo indica que no se tardará mucho tiempo en comenzar a repatriar a estas personas tras la reapertura de la línea Alicante-Argelia, a la que seguirán en breve las rutas desde Almería y Valencia con el país argelino.

De hecho, las autoridades consulares de Argelia ya han comenzado a documentar a ciudadanos que están ingresados en alguno de los Centros de Internamientos de Extranjeros (CIE) de la península. Esta condición es indispensable para poder materializar la devolución de estas personas al país argelino. Como ocurrió con las expulsiones, las documentaciones de estas personas también se habían paralizado a causa del covid y el cierre de fronteras.

Cruz Roja de Alicante ha prestado asistencia a 1.657 personas que han llegado a las costas alicantinas en más de un centenar de pateras desde el pasado año. La gran mayoría de estas personas son originarias de Argelia y, una vez son atendidas por Cruz Roja, la Policía Nacional les abre a todas ellas, salvo a los menores de edad (más de cien desde el pasado año), un expediente de devolución por intentar entrar en el país de forma irregular. Este expediente es tramitado por la Subdelegación del Gobierno y tras acordarse formalmente la devolución hay un plazo de varios años para llevarla a cabo antes de que prescriba. Uno de los motivos que se barajan en las Fuerzas de Seguridad del Estado para justificar las últimas oleadas de pateras que llegaron tanto a Alicante como a Baleares y al litoral de Cartagena y Almería era el rumor de la inminente apertura de las líneas de transporte de pasajeros entre España y Argelia y el consiguiente reinicio de las expulsiones. Desde el inicio de la pandemia y el cierre de fronteras, lo normal es que los inmigrantes que eran interceptados en patera eran puestos en libertad y entregados a diferentes ONG al no proceder su ingreso en un CIE. Las mafias de inmigración que operan en Argelia aprovecharon esta situación para enviar oleadas de pateras.

Muchos residen en otros países

El problema para devolver a los aproximadamente 1.500 argelinos que han llegado en patera a Alicante desde 2020 es que se encuentran viviendo en Francia, Alemania y otros países, por lo que difícilmente podrán ser localizados para repatriarlos. Sin embargo, cuando se reanuden las expulsiones y sean identificados en algún control policial, podrán ser detenidos e internados para ser devueltos a su país de origen.

Mientras tanto, la tensión en los accesos a la terminal del ferry que une Alicante con Orán continúa. 30 coches esperaban ayer en el puerto para acceder al próximo barco que les llevará a Argelia. El descontento y la incertidumbre de estos conductores era palpable, no solo al tener que esperar en el coche hasta que llegue al puerto el próximo ferry, también por la desinformación que encuentran, la prohibicíón de acceder a las instalaciones y no tener un sitio donde comprar comida o café o donde lavarse. La imagen ya se produjo el viernes cuando centenares de argelinos quedaron en tierra por la falta de billetes, lo que precisó la intervención de los antidisturbios.