Confinamiento total, toque de queda y todos recluidos en su casa. Hasta hace dos años parecía imposible pero la pandemia de coronavirus lo hizo realidad. Durante meses, familias enteras tuvieron que encerrarse en casa hasta que pasó lo peor de la pandemia. Fue entonces cuando quien poseía una casa con balcón o terraza aprendió a valorarlo y, a la vez, el que no lo tenía a añorarlo. Esta necesidad de espacios al aire libre dentro del domicilio en caso de cierre total revalorizó los inmuebles que disponían de ellos e hizo que muchas familias hasta incluso se plantearan la necesidad de cambiar de inmueble por si se producían más confinamientos.
Sin embargo, la última idea de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Politècnica de València (UPV) podría revolucionar este panorama. Hay una oportunidad para aquellas casas que no disponen de terraza y la solución pasa por la madera. Los estudiantes de la UPV y la Universidad de Alicante han creado balcones de quita y pon, de madera y desmontables.
Balcones telescópicos
Estos balcones telescópicos permiten adherirse a la fachada de los inmuebles para ganar espacio en las viviendas que lo necesiten porque carecen de terraza y mejorar así la calidad de vida entre el conjunto de la sociedad.
El último proyecto de los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Politècnica de València (UPV) busca mejorar así la calidad de vida de las personas que habitan estas casas y cuenta con la colaboración de la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática.
Desde la conselleria insisten en las carencias que ha puesto en evidencia la pandemia en los espacios habitados y la reivindicación del balcón como espacio de vida y valor añadido y necesario en las viviendas.
