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La edad media de los trastornos alimentarios baja con la pandemia

El perfil de las personas afectadas por anorexia o bulimia en 2019 era el de una mujer de entre 14 y 16 años y ahora se han detectado casos de niñas de 9 años - Solo el 10 % son hombres

Una niña con trastornos de la conducta alimentaria. | ANTONIO AMORÓS

Los trastornos de la conducta alimentaria no solo aumentaron durante la pandemia, sino que rebajaron la edad media de las pacientes ingresadas. Las mujeres representan un 90 % de los casos de anorexia y bulimia y sólo durante la crisis sanitaria la cifra de afectadas por estos problemas ha crecido hasta un 30 %. Pese a que la medida de edad está entre los 14 y 20 años, en la pandemia ingresaron adolescentes de menor edad y al menos una niña de 9 años.

«El confinamiento obligó a la inmovilización y eso dio pie a que se incrementara la actividad física y se intentara regular la dieta, dos elementos que en personas más vulnerables ha provocado un incremento en la patología alimentaria», explica el jefe de Psiquiatría infanto-juvenil de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital La Fe de València. Rojo participará en el Congreso Nacional de Psiquiatría que se celebra en València a finales de esta semana, entre el 28 y el 30 de octubre.

«En las listas de espera han aumentado la cifra de chicas jóvenes. Hemos llegado a tener a una de menos de 10 años con una patología alimentaria completa. La edad media era de 20 años y ahora hemos atendido a una chica de 9 años», añade el doctor.

«Hemos hecho un seguimiento online, aplicando un buen protocolo, que ha dado resultados, pero aún así estamos hablando de una situación excepcional. El confinamiento ha sido desastroso porque ha supuesto una situación de estrés general. La afectación del humor por el estrés y el encierro a veces se han intentado compensar a través de la modificación corporal», afirma Rojo.

La edad media de las pacientes que ingresaban en 2019 era de 22 años, de 24,4 en 2020 y de 20 en 2021. «Una edad muy frecuente de personas con estas patologías estaba en torno a los 14 y 16 años y ahora es frecuente tener a chicas de 9 a 12 años ingresadas», añade el psiquiatra.

La presidenta de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría, Azucena Díaz, completa la radiografía de la anorexia en España con datos muy precisos. «Dos publicaciones, una de Zaragoza y otra de Madrid, dicen que las pacientes con anorexia nerviosa que han requerido hospitalización han sido mucho más graves en la pandemia. Antes, la pérdida de peso en las afectadas era de un 25 % de media y después de la pandemia hay un 38 % de media de porcentaje de peso perdido, probablemente porque han tardado en consultar. Hay dos motivos principales: La salud mental ha empeorado en esta crisis sanitaria y el acceso a los servicios asistenciales se ha complicado», explica.

Hay otro estudio que confirma el empeoramiento de las personas con trastornos de la conducta alimentaria. «Un estudio del Hospital Niño de Jesús de Madrid, de la doctora Montserrat Graell, se centraba en personas usuarias del hospital ya diagnosticadas. Y dice que más del 40 % ha sufrido un empeoramiento de la conducta alimentaria. Son pacientes que están medio ingresadas o con consultas muy frecuentes. Al caer los recursos de apoyo, empeoró su psicopatología», explica la doctora Díaz, que ofrece un caso extremo: «En nuestra experiencia en la clínica hemos visto casos más graves, de hasta perder el 50 % del peso corporal. Una chica había bajado de 67 a 35 kilos».

Cambio de hábitos

Díaz, que también es directora de la Unidad de Psiquiatría del Niño y del Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra, subraya el cambio de hábitos, como la mayor exposición a las pantallas, también, como desencadenante de los trastornos de conducta. «El excesivo uso de las pantallas y el mayor consumo de redes sociales n adolescentes es un factor de riesgo para la depresión, la ansiedad y los trastornos alimentarios. Es un hecho probado y publicado», añade. «En un caso de aislamiento social, muchas las pacientes en consulta decían que se aburrían, y se planteaban como un reto conseguir un cuerpo perfecto, dejar de comer siguiendo tutoriales», afirma la psiquiatra infantil.

Los extremos se tocan y la prueba está en el aumento de la gordofobia y en lo contrario. «La obesidad también ha aumentado. Probablemente hay mayores problemas de obesidad que de otros trastornos alimentarios. Son los dos extremos y ambos aumentaron durante el confinamiento», explica la doctora, que recuerda que sólo un 10 % de los afectados por anorexia son hombres.

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