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Elisa Ferreira | Comisaria europea de Cohesión y Reformas.

Elisa Ferreira: "Los fondos de la UE son para un cambio total, no para hacer lo mismo de antes"

«La clave es la formación y la simplificación de los procesos para la recuperación verde, digital y social»

La comisaria Elisa Ferreira, en uno de los accesos al Saló Daurat del Palau de la Generalitat. | PACO CALABUIG

Una de las ministras de la Comisión Europea ha estado esta semana en València. La responsable de Cohesión y Reformas recogió el lunes el premio del año que Levante-EMV entregó a la Comisión Europea por la reacción ante la pandemia en la gala celebrada en el Palacio de Congresos. La comisaria Ferreira, que tuvo una apretada agenda, mantuvo una entrevista con este diario en el Palau de la Generalitat en la que habló de la importancia mayúscula que van a tener los fondos europeos para abordar una transformación total.

La pandemia parece superada y los fondos empiezan a llegar. ¿En qué momento se encuentra la gestión de los 140.000 millones adjudicados a España?

Me gustaría empezar un poco atrás. La Comisión Europea ha reprogramado las reservas para la emergencia sanitaria, luego está React, que es un fondo de refuerzo. Y tenemos ahora dos grandes instrumentos para la recuperación y España tiene una oportunidad increíble. Estamos también en la negociación del cuadro 2021-27 que España ha distribuido ya entre sus autonomías.

¿Qué reformas va a exigir a cambio la Unión Europea?

No son exigencias en sentido estricto, sino recomendaciones para el uso del Programa de Recuperación y Resiliencia: formación de las personas y simplificación de procesos. Y hay, además, tres marcos para la reconstrucción económica: mejoras medioambientales, la utilización de todas las tecnologías digitales y de la innovación y una recuperación que tenga en cuenta la cohesión social y territorial. Estas tres cuestiones impregnan toda la filosofía de los fondos.

¿Cuáles son las principales dificultades que está encontrando la Comisión Europea?

Surgen al ritmo que se va avanzando, pero lo más importante es evitar una utilización de los fondos haciendo lo mismo que se hacía antes porque el instinto de la gente es ese. Y el gran riesgo es que la gente no se entere verdaderamente de que vamos a hacer una recuperación más verde, con menos impacto climático y más digitalización, y que este es un cambio total. Un cambio de las formas de organización de las ciudades, de su transporte, de los procesos productivos en la industria. Repito, es un cambio total.

¿Y en el caso de la Comunitat Valenciana, que imagen se lleva de la gestión de los fondos?

En el caso de la Comunitat Valenciana nos debemos concentrar en estimular la innovación, las nuevas tecnologías, la sabiduría que está en las universidades, la investigación y en atacar el problema de paro de los jóvenes. Hay jóvenes que vivieron siempre en modo de crisis, con el impacto de la de 2008 y la muy lenta recuperación y ahora la covid. Hay jóvenes toda la vida en ese modo crisis. Hemos visto dos actuaciones en València: una línea de metro (la 10) que va a conectar el barrio de Natzaret con el centro pasando por áreas nuevas de construcción y que eliminará polución del centro. Es muy importante subrayar que el proyecto está bloqueado desde 2011 y entrará en funcionamiento en 2022. Y hemos visto un proyecto de secuenciación de la covid en un centro de alta tecnología (Fisabio) en el que vi muchas mujeres jóvenes trabajando, ese es el camino.

¿Cómo va a garantizar la UE que se gasten de forma efectiva los presupuestos asignados? Y por otra parte, ¿le preocupan posibles fraudes o corrupción?

Para nosotros es fundamental esta cuestión. Queremos fraude cero, nuestra tolerancia es nula. Tenemos una responsabilidad muy grande, es dinero de los contribuyentes y por primera vez la Comisión ha salido a los mercados, es una responsabilidad increíble y el fraude sería inaceptable. El porcentaje que hay es bajísimo. Tenemos controles internos, unidades en los países, auditores externos, Tribunal de Cuentas, una secuencia de controles con refuerzo digital e Inteligencia Artificial para comprobar quien es el último en recibir el dinero.

¿Existe un problema con la burocracia, cree que hay leyes nacionales anquilosadas que ralentizan los procesos?

Existe. Y también los ciudadanos tienen la impresión de que Europa es muy burocrática pero cuando vamos al detalle muchas veces vemos que es también en los países. Tenemos consciencia de eso y hemos impulsado cambios sustanciales, pero la legislación de cada país es un asunto interno. Y sí, es muy importante ver lo que podemos simplificar.

¿Ve posible una armonización entre países ricos y pobres para que vayan de la mano?

Ese es el objetivo existencial, no solamente entre los países sino dentro de los mismos países hay zonas más dinámicas y otras menos y nosotros lo que tratamos es de estimular que los países hagan un desarrollo multipolar y España tiene condiciones para hacerlo. Estamos en València que es una ciudad foco de dinamismo. Todos tienen sus problemas, pero nuestra preocupación es con las regiones más pobres.

La UE atraviesa un tiempo de incertidumbre, el Brexit, exigencias de países como Polonia, políticas reaccionarias. ¿Teme por el futuro de la UE?

Cuando estudiamos la historia de Europa vemos que ha pasado por crisis muy graves y siempre ha mejorado sus condiciones. Hasta ahora ha sucedido. Pero hay un cambio histórico ahora. Compramos las vacunas, somos el gran exportador del mundo, trabajamos en países en vías de desarrollo. Después de la crisis salimos al mercado, emitimos deuda y es un marco histórico único. Pero no podemos dejar a regiones alejadas, que sientan que no son Europa. Si la gente siente que está alejada se va a rebotar contra el sistema. Europa tiene que ir al terreno y enseñar lo que se hace con los fondos.

En Europa se aísla a la extrema derecha, pero en España la derecha tradicional pacta con ellos. ¿Qué opinión le merece?

Hay una diversidad de situaciones en el funcionamiento de Europa y la Comisión tiene que tener mucho cuidado de ser leída como interviniente en procesos democráticos de cada país. Pero me parece que los proeuropeístas tienen que ser más activos y visibles para transmitir a los ciudadanos que somos un ejemplo para el mundo y que juntos estamos mejor que aislados.

La respuesta a la crisis ha sido muy diferente a las recetas de austeridad de 2008. ¿Se aprendió la lección?

Hay que reconocer que la respuesta de 2008 fue lenta y polémica. En 2012, Mario Draghi dice las palabras mágicas ‘whatever it takes’ (lo que sea necesario para salvar el euro) y ahora en meses enviamos dinero para comprar mascarillas, ventiladores y todo estaba funcionando, se suspendió el pacto de estabilidad. Todo se movilizó. No es una cuestión de dinero. Es decir ‘estamos juntos contra la pandemia’ Hasta ahora lo hemos conseguido y las vacunas era cuestión esencial.

Vemos señales alarmantes, se encarece la energía y las materias primas. ¿Está en riesgo la recuperación?

La interrupción de procesos y la subida del precio de la energía es consecuencia de la recuperación económico. Durante año y medio las empresas redujeron al máximo stocks y la comunicación se cerró. Esto hace subir los precios. Pero pronto las cosas se van a estabilizar y a normalizar.

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