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El blindaje de la política social eleva las cuentas 13.860 millones en una década

Los recursos disponibles crecen con el Botànic hasta 9.430 millones

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en las Corts

Aseguraba días atrás uno de los padres del Estatut d’Autonomia que el autogobierno ya no tiene vuelta atrás y que pese a que se escuchan discursos reaccionarios el Estado de las Autonomías está plenamente consolidado cuando el próximo año se cumplirán cuatro décadas desde la aprobación de la carta magna valenciana.

Los números atestiguan plenamente esa afirmación. El impacto que las cuentas autonómicas tienen en el día a día de los valencianos y en la gestión de sus servicios fundamentales es hoy de tal magnitud que cuando las Corts apruebe antes de fin de año el presupuesto para 2022, la Generalitat habrá duplicado sus recursos en menos de una década.

Si el presupuesto consolidado de la Generalitat, el que incluye a su sector público, ascendía en 2013 a 13.940 millones, el que se aprobará este miércoles en el pleno del Consell se eleva a 27.800, es decir 13.860 millones más en menos de una década.

El fortalecimiento del escudo social y también el crecimiento de la deuda, buena parte de ella derivada de la infrafinanciación, incluso la integración de partidas reivindicativas o ficticias que no tienen traslación presupuestaria pero que permiten igualar el gasto público valenciano a la media de las comunidades autonómicas, las últimas de 1.336 millones, han disparado hasta los 27.800 millones el presupuesto.

Las cuentas de la Generalitat acumularán, con las de 2022, nueve años de crecimientos consecutivos, siete con los gobiernos del Botànic que en sus años de gestión ha visto aumentar en 9.430 millones los recursos disponibles para diseñar las cuentas.

Las finanzas autonómicas no registran un descenso desde los recortes forzados por las políticas de austeridad de principios de la década pasada cuando la respuesta a la crisis fue diametralmente opuesta a la actual. Entonces se apostó por la contención del déficit en las administraciones públicas y por echar el freno de mano también al gasto social.

Aquellas políticas de austeridad generaron una respuesta en la calle que hizo saltar por los aires el sistema bipartidista que había salido de la transición. Ahora, la respuesta ante la crisis de la covid es otra. Hace un año, el Consell disparó en 2.600 millones el gasto pese al desplome de la economía como consecuencia de la pandemia y también la Unión Europea se ha decantado esta vez por la vía keynesiana de inyectar más recursos en las cuentas públicas a través de los fondos de recuperación y resiliencia que buscan una transformación total.

Gasto social de 16.000 millones

Desde el primer presupuesto del Botànic, el de 2016, con 18.370 millones, al que se aprobará esta semana el aumento del gasto es de 9.430 millones. Según señaló el pasado miércoles en las Corts el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el gasto social, el que suma los presupuestos de las conselleries de Educación, Sanidad, Política Social y Empleo, llegará este año a 16.000 millones.

En los más de seis años de gobierno de izquierdas, departamentos como el de Igualdad y Políticas Inclusivas, que concentra el presupuesto de políticas sociales, ha duplicado su presupuesto, con mil millones más; Educación ha pasado de 4.300 a 4.900 millones y la Conselleria de Sanidad también ha visto aumentar sus cuentas en casi mil millones, hasta los 8.100, una cifra que curiosamente era todo el dinero de que disponía el gobierno valenciano al comienzo de siglo.

Este año, según se apunta, el presupuesto experimentará la mayor subida en una de las conselleries de mayor calado social, la de Vivienda que gestiona Unides Podem y ello permitirá dotar de recursos al desarrollo de las nuevas normas recientemente aprobadas sobre vivienda.

El mayor y más social de la historia

Todos los años, el Botànic se tensa y las fricciones internas aumentan para cuadrar las cuentas, incluso en esta ocasión hasta el punto de hacer saltar el plazo legal que marca el Estatut de 31 de octubre, pero también cada año se consigue aumentar los recursos disponibles en el momento de presentar las cuentas. De hecho, hay dos frases recurrentes en las presentaciones presupuestarias del Botànic que se volverán a repetir esta semana. El mayor de la historia y el más social.

A falta de conocer este miércoles los detalles del presupuesto, lo que sí se observa en el gráfico inferior es una tendencia clara y es que pese a las dificultades económicas, como las generadas por la pandemia, la respuesta siempre es aumentar el gasto.

En esa línea, el Consell del Botànic ya ha anunciado tras el acuerdo del pasado sábado que el consenso alcanzado por el tripartito garantiza «la continuidad de las políticas sociales y de progreso que siempre han guiado la acción de este gobierno».

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