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Restaurantes incorporan robots camareros para paliar la falta de personal

Los autómatas transportan platos, esquivan obstáculos, cantan canciones, dan la bienvenida y pueden llegar a hablar hasta 20 idiomas

Un camarero de Alicante con uno de los robots. | PILAR CORTÉS

Llevan pedidos a las mesas, ayudan a recoger platos, cantan canciones mientras acercan una tarta de cumpleaños a un comensal y hasta pueden reconocerte y darte la bienvenida cuando vuelven a verte. Restaurantes de la Comunitat Valenciana han empezado a incorporar a sus plantillas robots guiados por inteligencia artificial, que descargan a los camareros de las tareas más pesadas y palían la falta de profesionales que en la actualidad sufre este sector.

Estos autómatas han sido desarrollados por la empresa alicantina Bumerania, que opera bajo el paraguas de Distrito Digital, que los ha bautizado con el nombre de «Bella both». En la ciudad de Alicante ya hay dos establecimientos que los han adquirido. «Los robots se personalizan para lo que demande el establecimiento y gracias a la inteligencia artificial, las posibilidades son infinitas», señala Marcos Rabasco, de la empresa Bumerania.

Estas máquinas hablan 20 idiomas y algunos modelos incorporan pantallas táctiles para que los clientes hagan sus pedidos. Están equipados con bandejas para poder llevar los platos de la mesa a la cocina y viceversa, se les puede indicar exactamente donde llevar un pedido. Sin embargo, las máquinas no están pensadas para sustituir a los camareros, por lo que aún está lejos el momento en el que se relacionen de tú a tú con el cliente. «Estos robots nunca van a poder sustituir el talento humano, pero pueden ayudar en las tareas más pesadas para que los camareros puedan centrarse en hacer pedidos en las mesas», añade Rabasco.

Desde hace diez días Ito, un androide de unos 120 centímetros de altura y 50 kilos de peso, llama la atención de comensales y viandantes que pasean por la Explanada de Alicante. Va y viene del restaurante cargado de platos, esquivando obstáculos y sin que los curiosos y la gente que se para a hacerle fotos y vídeos le entretengan de su trabajo. «Este robot lo adquirimos como apoyo a nuestros camareros, un runner como se conoce en el sector de la hostelería. Lo empleamos para recoger mesas o llevar los platos, cubiertos y vasos cuando llegan nuevos comensales y así los camareros se pueden centrar en otras cosas», explica María Eugenia Perramón, propietaria de La Terraza del Gourmet, uno de los restaurantes que ha adquirido este androide. Incorporar este robot a la plantilla, reconoce Perramón, ayuda sobre todo en momentos en los que se acumulan muchas mesas nuevas en poco tiempo.

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