La Generalitat de Cataluña ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que identifique los focos de chinches pardas marmoradas (Halyopmorpha alys) y poner en marcha acciones de control. El objetivo no es otro que evitar que en primavera se desplacen hacia las zonas agrícolas, donde puede causar importantes daños. Esta especie exótica invasora fue detectada por primera vez en 2020 en València, aunque también se ha dado la voz de alerta en puntos como Benicàssim.
Este insecto, hediondo, tiene su origen en China, Japón, Taiwan y la península de Corea, de ahí el sobrenombre de asiático. Su posible dispersión por el territorio valenciano habría que buscarla en el transporte de mercancías y vehículos a través de Cataluña, ya que en Girona penetró en 2016. Esa es la teoría que barajan desde el Servicio de Vida Silvestre de la Dirección General de Medio Natural de la Generalitat Valenciana. Desde el año pasado la conselleria de Agricultura realiza seguimiento de las localizaciones.
Desde su llegada a Europa en 2007, a Suiza concretamente, no ha dejado de expandirse. Primero hacia Liechtenstein y cinco años después ya estaba establecido en Alemania, Francia e Italia. En Estados Unidos, donde se introdujo accidentalmente en 1998, ya ha provocado pérdidas económicas en numerosos cultivos. Especialmente en frutales como melocotón, pera, manzana o avellana, así como en pimientos y tomates, maíz o soja. Pero no solo, pues, también afecta a las plantas ornamentales.
Los adultos se alimentan de frutos, mientras que las ninfas lo hacen de hojas, tallos y frutos. La afectación puede provocar deformaciones y puntuaciones necróticas, surcos y decoloraciones.
Malformaciones en frutas
Las malformaciones son de tal grado que imposibilitan la comercialización, tal como se refleja en la ficha de especies exóticas invasoras aunque legalmente aún no ha sido recogida como tal en el catalogo valenciano. En Italia, de hecho, ya está causando muchos problemas en las explotaciones de manzanos.
El Ministerio de Agricultura no lo considera por el momento plaga agrícola de cuarentena, pese a lo que está ocurriendo en el país transalpino. En el documento redactado por el departamento de Mireia Mollà se recuerda que es inofensivo para las personas, porque no ataca ni transmite enfermedades, pero puede crear alarma ya que en otoño entra en las viviendas y edificios para formar agregaciones poblacionales resguardados de las bajas temperaturas del exterior. Los expertos recomiendan en esos casos capturar los ejemplares y colocarlos en una bolsa al sol, o bien depositarlos en botes con agua jabonosa. Nunca utilizar insecticidas para acabar con ellos.
Numerosos ejemplares
El biólogo Pablo Vera, que el año pasado ya alertaba de la presencia de la chinche asiática en València, confirma que con el fin del período estival vuelven a detectarse muchísimos ejemplares. Sobre todo en aquellos barrios con proliferación de zonas ajardinadas o parques. La dificultad para su eliminación es que ha encontrado en las ciudades un refugio, donde la actuación es muy limitada, al no poder realizarse fumigaciones por su peligro para la población. Además, incide en que su control es algo complicado por la enorme similitud con la chinche común autóctona (Rhaphigaster nebulosa).
Al ser un insecto volador, además, se puede diseminar entre sus huéspedes y dispersarse a través del cargamento de mercancías o dentro de los vehículos. Como su erradicación es casi imposible, Vera apuesta por el control, para lo que la participación ciudadana es clave. «Tomar fotografías y subirlas a aplicaciones como @Natusfera o @bvwebrs permite conocer mejor su biología, distribución y puede dar herramientas para su control local», apunta como consejo en su red social.
Presenta una coloración dorsal generalmente marrón y marmoleada, de ahí su nombre, con puntuación densa. Son características distintivas: las bandas blancas en las antenas o los márgenes del abdomen con bandas claras y oscuras alternadas. Los ojos son de color rojo oscuro, Mide entre 12 y 17 mm de longitud y de 7 a 10 de ancho.
Tamaño máximo 16 mm. Tiene color pardo grisáceo, con diversas manchas oscuras, que resulta poco llamativo en general. Los élitros sobresalen por los laterales, mostrando marcas alternativas oscuras y claras, al igual que las antenas.
