El jefe del Consell ha pedido ante Pedro Sánchez esta mañana una reforma de la financiación autonómica, si bien ha precisado que “no es lo mismo”. “No es lo mismo la infrafinanciación del modelo de Aznar que el apoyo que hemos tenido del Gobierno durante la pandemia”. Y no es lo mismo “el olvido de las infraestructuras que unos presupuestos que cumplen con el 10 % de las inversiones”.

Ximo Puig, durante el discurso de clausura del 14 congreso nacional del PSPV, ha citado la financiación como la primera de las reivindicaciones valencianas al Gobierno, pero ha precisado a continuación que “el cambio de financiación está llegando de facto” con los fondos durante la pandemia, de forma que, según algunos estudios, la C. Valenciana ya estaría por encima de la media en gasto social. “Ha recibido más en estos años que en el pasado”, ha remarcado.

Puig ha expuesto un decálogo para una década de transformaciones importantes. La primera medida, ha citado, es el empleo, basado en el diálogo social y los fondos europeos “que ya están llegando”. Es un objetivo que marca la nueva ponencia del PSPV: la obsesión por el empleo y, por tanto, la apertura hacia el mundo empresarial. El segundo objetivo es universalizar la educación infantil gratuita y el tercero convertir la FP en pilar estratégico. El cuarto es atender la epidemia de la salud mental. El quinto, abolir la prostitución, otro de los pilares de este congreso. El sexto, reforzar nuevo estado del bienestar para los dependientes. El siguiente, contribuir a una España cómoda con una financiación justa y desconcentracion de sedes. El octavo, consolidar infraestructuras que vigoricen las comarcas. El penúltimo, blindar el derecho al agua. Y el décimo, acelerar el cambio energético con las renovables y superar burocracias.

El secretario general del PSPV, que inicia tercer mandato, también ha dejado un mensaje a los suyos en clave interna. Hay mucho trabajo fuera, se está en un punto de inflexión, y así ha llamado a los suyos a combatir fuera, no de puertas adentro, y no perder el tiempo en chorradas. Una afirmación que cobra sentido tras una jornada de tensión con el sector crítico interno por el reparto de la ejecutiva, finalmente aprobada con un 91 % de apoyo tras la integración de algunos referentes del grupo en torno a José Luis Ábalos y Mercedes Caballero.

Puig ha hablado ante esta nueva ejecutiva, más joven, con mucho poder municipal, y ante Sánchez, después de compartir entre ambos gestos de apoyo y complicidad. Otros tiempos. Puig ha indicido en el cambio logrado desde 2015, tras el acceso del Botànic al Gobierno valenciano. Del problema y el estigma de la corrupción a ser una “voz respetada que abre y lidera debates constructivos, como las patentes de las vacunas, la desconcentración, la critica al dumping fiscal”.