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El reciclaje de envases fitosanitarios sube un 27,5 % en los últimos 3 años

La Comunitat Valenciana es la segunda con más toneladas por detrás de Andalucía

El reciclaje de envases fitosanitarios sube un 27,5 % en los últimos 3 años

La recogida de envases de fitosanitarios y fertilizantes ha subido en la Comunitat Valenciana un 27,5 % en los últimos tres años, al pasar de las 493 toneladas de 2018 a las 629 del último ejercicio. Se coloca además como la segunda autonomía con mayor índice de recuperación, solo por detrás de Andalucía, que cerró con 1.737 toneladas. Castilla y León se sitúa tercera con Cataluña detrás.

En 2020 Sigfito Agroenvases logró gestionar el 63 % de los recipientes puestos en el mercado, superando la cifra récord de 5.000 toneladas pese a las restricciones por la pandemia. En los datos por provincias, València cerró con 370.530 kilogramos, muy por delante de Alicante (146.480) y Castelló (112.160).

El reciclaje ha permitido reducir la emisión de más de 7.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Además, tal como señala Pedro Domingo, presidente de Sigfito, la colaboración con AP-Waste permite avanzar en la economía circular. El proyecto investiga la biodegradación de plásticos agrarios a través de la simbiosis de insectos con microorganismos. «De la eliminación natural se prevé la obtención de un subproducto que pueda ser reincorporado al ámbito agrario como fertilizante», según Domingo.

Preservar el medio natural

«Durante los meses más duros del confinamiento, la actividad agraria no cesó, pero tampoco lo hizo la gestión de los residuos», señala Rocío Pastor, directora general de Sigfito. «Nuestro servicio de recogida siguió al pie del cañón junto a los agricultores que producían a destajo, porque la única manera de obtener alimentos es preservando el medio ambiente», insiste Pastor. Madrid, Asturias y Cantabria son las autonomías que menos desechos relacionados con la agricultura generan, pero también menos se recoge debido a la dispersión del consumo de este tipo de material y a la existencia de una producción en gran medida minifundista.

Poner facilidades

Mientras que en 2017 pidieron el albarán que certifica las buenas prácticas ambientales 136.807 agricultores en toda España, en 2018 lo hicieron 152.845, un 12 % más que el año anterior. Cifra que subió en 2019 pero que bajó ligeramente en 2020, con toda seguridad como efecto de la crisis sanitaria y las restricciones de movilidad. Algo que no sucedió en la Comunitat Valenciana, que sí mejoró los registros una vez más al igual que Castilla-La Mancha.

Desde Sigfito recalcan que al hombre o mujer del campo hay que ponerle facilidades para evitar el abandono de botellas y garrafas, muy nocivas para el medio natural. De hecho, el plazo medio de recogida en 2020 fue de 12,1 días con una puntualidad del servicio del 94 % y 4.781 puntos de depósito, según la memoria.

De todos los envases recogidos, sobre todo a través de las cooperativas agrícolas locales, se han valorizado el 100 % de los residuos, reciclándose el 95,26 % fundamentalmente de plástico rígido, y en menor medida de metal. En total, 4.497 toneladas del primero y 237 del segundo. En papel y cartón, de las 237 toneladas recicladas se enviaron todas para valorización energética.

Aunque la obligación de reciclaje es voluntaria en el caso de los fertilizantes, está previsto que a partir de 2024 sea obligatoria como los fitosanitarios. El objetivo no es otro que evitar el abandono en el campo o incluso recurrir al fuego para eliminarlos, una práctica hasta hace algunos años habitual por toda la geografía española.

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