Volver a ser policías nacionales. Eso, y recuperar la confianza de los ciudadanos en una policía operativa y comprometida con la seguridad ciudadana, alejada de la misión sancionadora impuesta por las restricciones a las que obligó la pandemia en los momentos más duros. Esos son los dos objetivos que se marcó ayer públicamente el comisario principal Jorge Martí, durante su toma de posesión como nuevo jefe superior de Policía en la C. Valenciana, escenificada en la Ciudad de la Justicia y apadrinada por el director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras.

Martí, que desde ayer tiene en su poder el bastón de mando aunque solo formalmente, ya que lleva días incorporado a su puesto y desempeñando sus funciones, destacó que sus piedras angulares serán «reactivar y engrasar las herramientas y las unidades de trabajo policiales» y lograr que «los ciudadanos vuelvan a sentir la imagen más amable de la Policía» alejada de la labor «estrictamente sancionadora con la que se ha topado la sociedad en los últimos tiempos» por la necesidad de hacer cumplir las medidas anticovid.

Habló así Martí, nombrado por el ministro del Interior el pasado 29 de octubre, de recuperar la normalidad policial previa a la pandemia, algo que, señaló, ya ocurre con los índices de delincuencia, que están subiendo tras el lógico desplome en el año de los confinamientos, contraste que está provocando el crecimiento de la «inseguridad subjetiva», es decir, la que perciben los ciudadanos pese a que las cifras de criminalidad están lejos aún, por fortuna, de las anteriores a la crisis sanitaria.

Urgió, por tanto, a recuperar esa labor propia de la Policía Nacional, para la que considera necesario aprovechar «las sinergias, los aprendizajes y las experiencias» del trabajo conjunto entre cuerpos policiales y administraciones durante la pandemia, ya que, recordó, «somos más fuertes y eficaces cuando nos unimos».

El ya jefe superior, catalán de nacimiento pero castellonense de adopción —fue durante nueve años comisario provincial en Castelló—, inició su discurso en valenciano significando que, tras cinco años fuera, vuelve «a la 'terreta', a casa, con mi familia y mis amigos, y este es el mejor premio y motivación que podía tener».

Por su parte, el director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras, quien ayer se comprometió durante el acto con la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, a ceder más agentes a la policía autonómica, y recordó que esta legislatura la C. Valenciana se llevará la palma en inversiones en infraestructuras con 41 millones de euros -solo 30 serán para el proyecto estrella: la rehabilitación y recuperación del que llamó "el buque insignia de la Policía en València", el complejo policial de Zapadores- invitó a Martí «a hacer equipo» y a «ejercer el mando no desde la ‘potestas’ que te otorga el cargo, sino desde la ‘autoritas’ que te dan el reconocimiento y respeto de los que trabajan contigo».

Le recordó, además, el peso específico de la C. Valenciana dentro del mapa delincuencial y le invitó a contribuir, desde València, «al reto de lograr que España permanezca en el selecto club de los países más seguros del mundo».

El acto finalizó con el himno de la Policía Nacional, ¡Tesón de hierro', magistralmente interpretado por el tenor y agente del Cuerpo Juan Ledesma, cuyas actuaciones vienes poniendo el colofón habitual a los actos de la Policía desde hace varios años.