En el quinto aniversario de la creación de la Agencia Antifraude, las posiciones de los partidos no se han movido desde la ley de creación de 2016. El PP aún la considera innecesaria mientras el resto de partidos aplaude su labor. Vox no participó en el debate convocado ayer por la agencia que dirige Joan Llinares aunque sí estuvo durante la jornada.
La síndica de Unides Podem, Pilar Lima, partido que llevó la iniciativa en 2016, recuerda que la corrupción era el gran problema de los valencianos y destacó el papel del exsíndic Antonio Montiel y la diputada Fabiola Meco. Lima remarcó que le parece igual de inquietante que entonces el rechazo del PP e incluso denunció que existe un boicot a su funcionamiento por parte del PP al exigir documentación que ya está judicializada.
En ausencia de la síndica, María José Catalá, el diputado del PP Fernando Pastor dio a entender que la agencia sale cara y aunque sus fines son loables, con un presupuesto de 4,5 millones y la intención de alcanzar 55 empleados, cada unos de los 200 expedientes abiertos cuesta 20.000 euros, mientras el Síndic de Greuges resuelve 4.000 quejas, una comparación que molestó al resto de grupos por tratarse de ámbitos muy distintos.
Pastor pidió también más control sobre los fondos europeos y tanto el síndic del PSPV, Manolo Mata como la portavoz adjunta de Compromís, Mònica Àlvaro, destacaron el contexto de corrupción de los tiempos del PP mientras ahora el problema ha desaparecido de las preocupaciones.
"Ya nos ha salido barata"
Àlvaro recuerda que su partido ya pidió la agencia en 2011, que la creación fue un acierto y que el PP ya habló en el trámite de la ley de que se formaba una «gestapo» cuando ahora la impulsa en Andalucía. «Ya nos ha salido barata», dijo. Mata añadió que está consolidada y respetada y denunció interés del PP en reventarla.
La síndica de Cs, Ruth Merino, destaca que la agencia hace un trabajo serio y que su partido se la cree y subraya su labor disuasoria, que frena la corrupción.
