El Comité Econòmic i Social ha dado su dictamen favorable al Anteproyecto de Ley de Cambio Climático de la Comunitat Valenciana. Eso sí, señala que la normativa autonómica debería impulsar hojas de ruta específicas para la descarbonización en sectores intensivos que por el momento no se pueden electrificar y necesitan consumir gas natural. Es el caso de las azulejeras. Insiste, además, en que la acción por el clima ha de ir de la mano de la reconstrucción y recuperación económica «con medidas eficientes, sostenibles y las inversiones necesarias».
Otra de las cuestiones en las que incide es el desarrollo de las energías renovables y su impacto en el territorio. Y destaca que aquellos municipios que acojan macroplantas fotovoltaicas destinen parte de los recursos recaudados a la mejora de las infraestructuras agrarias, o el paisaje.
Para avanzar en la transición ecológica recomienda impulsar la colaboración entre los agentes sociales y la participación de las personas trabajadoras en la gestión ambiental de las empresas. «Hay que permitir que todos los actores implicados en el modelo productivo se vinculen con la nueva economía verde y con la responsabilidad compartida de luchar contra el cambio climático», apunta en su informe.
La institución consultiva insta a la Administración a tener en cuenta el efecto que las medidas aplicadas para afrontar el cambio climático puedan tener en el empleo. De ahí que pida incluir una medida específica para el análisis, evaluación y seguimiento del impacto en el ámbito laboral.
Para favorecer la reducción de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera aboga el CES «por la aplicación de las medidas oportunas con alternativas que resulten solventes y asequibles para todo tipo de empresas, con independencia de su tamaño».
