Las asociaciones en defensa del territorio y el ferrocarril Per l’Horta, Acció Ecologista Agró, CGT Ferrocarril y Usuàries del tren valencià han mostrado esta mañana su oposición al estudio informativo de la línea de alta velocidad Valencia-Castelló que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Medio Urbano mantiene en exposición pública desde el 21 de octubre de 2021.

Entre los motivos que mueven a estas asociaciones a estar en contra recuerdan está el hecho de que “el AVE se ha demostrado con el tiempo como un consumidor fabuloso de recursos públicos con escaso retorno social pero tampoco económico. La alta velocidad es un programa en el que España ha gastado ya más de 60.000 millones de euros y donde ninguna línea es en estos momentos rentable, mientras cercanías y mercancías tienen inversiones mínimas en comparación. El estado insiste en repetir errores del pasado», ha asegurado Joan Ramón Ferrandis del sector federal ferroviario de la CGT. 

Entre otras objecciones al proyecto esgrimidas por las asociaciones está la “falta de transparencia y participación mostrada por el ministerio. Se han puesto en exposición pública dos proyectos (el del túnel pasante y el de la LAV Valencia-Castellón) con más de 5.000 páginas de elevado contenido técnico con el mínimo plazo legal para presentar alegaciones, tan sólo 30 días, que han tenido que alargar a 45 ante las peticiones de varios ayuntamientos. La administración tardó diez años en elaborar el estudio informativo y la ciudadanía debe responder en un mes”. Sobre las diferentes alternativas de trazado incluidas en el estudio informativo, los colectivos en defensa del territorio consideran que “son similares, sin considerar las alternativas reclamadas desde ayuntamientos y colectivos profesionales. No contempla la alternativa Cero (cómo podemos obtener mejores resultados gestionando mejor y haciendo actuaciones en la línea existente). No contempla un análisis de coste de oportunidad (qué pasaría si no hicimos este AVE y gastaremos el dinero de otra forma). Tampoco contempla la opción de invertir en

una línea mixta orientada a mercancías por el By-pass conectando una de las áreas industriales más importantes del PV, fuera de la huerta protegida”.

Y añaden que “el proyecto de alta velocidad Valencia-Castelló ignora que l'Horta es un espacio protegido”. Para la entidad Per l'Horta, “es inconcebible que algunas de las propuestas de trazado por parte del ministerio se hagan sobre territorio protegido. Hace veinte años la sociedad valenciana se movilizó en la primera ILP del PV para pedir una ley de protección de la huerta que replegó 120.000 firmas y que en 2018 condujo a la aprobación de la Ley de Huerta por parte del Gobierno del Botánico y en 2019 la ONU declaró la Huerta de Valencia como un Sistema Importante de Patrimonio Agrícola Mundial, un equivalente a patrimonio de la humanidad de los sistemas agrícolas”. Para Josep Gavaldà, miembro de Per l'Horta «no tiene ningún sentido proteger un territorio para continuación proponer una gran infraestructura por encima. Es como declarar la Abufera parque natural y a continuación proponer instalar una central nuclear». Y señala la falta de responsabilidad del ministerio: «No se de quien ha sido la idea pero me parece insultante que se propongan alternativas por un espacio doblemente protegido y que tiene una función clave en la resiliencia territorial frente al cambio climático».

Desde las asociaciones en defensa del territorio se destaca que en cualquier caso todos los trazados propuestos son muy destructivos y que provocarían un grave impacto en la huerta y en las comarcas de La Plana Baixa y el Camp de Morvedre. El nuevo trazado del AVE supondría expropiar entre 5,7 y 7,2 millones de metros cuadrados entre València y Sagunt, mayoritariamente de naranjos y huerta. “Pero el mayor impacto sería el de la fragmentación de los habitados que provocaría, con anchuras del trazado de entre 45 y 75 metros, contraviniendo las directrices europeas en materia de resistencia territorial”, advierten. Un ejemplo de lo que supondría la fragmentación es observable en la huerta sur por un trazado del AVE que lleva una década construido y sin uso y en el que se han invertido 800 millones de euros.

"No atiende a las demandas de la crisis climática"

También añaden que, aunque el proyecto habla de “corredor mediterráneo”, pensado para mercancías y viajeros, “en la práctica el proyecto presentado de alta velocidad València-Castelló prevé una reducción de los trenes de media distancia y ningún incremento en la frecuencia de cercanías. Por tanto, no prevé una reducción de las emisiones de CO2 que resultaría de absorber parte del tráfico de los 73.000 vehículos que entran en València todos los días desde el norte”. Y consideran que “el gran beneficiado del proyecto es la larga distancia, que podría tener la misma frecuencia que cercanías, con 42 trenes diarios. La publicidad del corredor mediterráneo trata por tanto de esconder la apuesta política por la alta velocidad (AVE)”. Por su parte, Rafa Villalba de la Asociación de Usuàries del tren valencià señala que «nos oponemos a este proyecto porque no da respuestas a los problemas reales que sufrimos las personas usuarias del tren. Es una propuesta extemporánea y poco razonada que va a comprometer miles de millones de euros públicos que necesitamos gastar en tren, sí, pero en cercanías y ferrocarril metropolitano como metro o tramo».

"Renuncia a trasvasar en el tren el tráfico de mercancías"

Los representantes de las asociaciones también señalan que con la nueva vía el camión seguiría como principal medio de transporte de mercancías. Los 27 trenes de mercancías diarios previstos en la hipótesis más optimista, a plena carga, equivaldrían a 1.350 camiones, tan sólo un 5% de los 25.000 que según el estudio atraviesan el baipás a diario. Una renuncia a los objetivos de reducción de CO2, coherente con los proyectos de ampliaciones de carreteras que está impulsando el propio Ministerio de Transporte en los últimos años (V-21, A-7-Bypass, V-30, V-31).

Según las asociaciones en defensa del territorio y del ferrocarril sorprende que se renuncie a conectar importantes zonas industriales de Paterna, de Riba-Roja y de Quart con una vía mixta de

mercancías y viajeros que podría discurrir precisamente por el corredor que el ministerio expropia para duplicar la capacidad de la A-7. Como indica Vicent Torres, experto en transporte “el objetivo del proyecto no queda claro. No se sabe exactamente cuál es la justificación para gastar 2.000 millones de euros. No tenemos un estudio integrado de movilidad y necesidades. Tan sólo tenemos un estudio de demanda que atendiendo a estudios anteriores parece fantasioso y confiar en él puede resultar peligroso. Si no, no hay más que ver las radiales de Madrid». Para el experto en movilidad esta línea de alta velocidad «no se hace por necesidades económicas, de transporte, de demanda, etc, sino por una decisión política de "que llegue el AVE", una forma muy irresponsable de gastar el dinero»

Los colectivos añaden que la inversión en AVE es “un modelo que ha provocado una deuda de 60.000 millones de Euros en el Estado y que sólo utilizaron en el año 2019 un 3,7% de los usuarios de ferrocarril frente a un 88'5% que usó las cercanías según el INE. Por el contrario las mercancías y las cercanías, que deberían recibir la mayor parte de las inversiones en aumento de personal y unidades, seguirán circulando por la vía ya existente junto a la media distancia”. Por ello critican que “el estado nos propone por tanto una vía exclusiva de alta velocidad que servirá a la minoría mientras la resto de transportes seguirán compartiendo la vía actual. La nueva vía de alta velocidad está prevista con altas prestaciones (350 km/h de velocidad) cuando el propio estudio reconoce que, en un tramo tan corto y densamente poblado no se podrán superar los 200 km/h, velocidad que ya alcanzaba el Euromed al mismo tramo y con las vías convencionales. Por tanto, el gasto estimado de entre 1.440 y 2.265 millones es absolutamente injustificado. 

Peticiones

Como conclusión, las asociaciones piden “serenidad y un replanteamiento claro de objetivos que no conduzca nuevamente a un desperdicio de recursos tal y como ocurrió con la línea de alta velocidad Valencia-Xàtiva por la que, recordemos, no ha pasado un solo tren pero nos ha costado 800M€”. Por ello solicitan “la retirada del proyecto de nueva línea de alta velocidad València-Castelló; replantear un proyecto ferroviario que dé respuesta a los objetivos de reducción de CO2 de calidad del aire y de adaptación del territorio a efectos del cambio climático de forma más realista; la mejora urgente de las redes de cercanías de València, Castelló y Alicante, así como de otras líneas pendientes de modernización, como la Xàtiva-Alcoi, dedicando los recursos necesarios de personal, unidades y gestión; el estudio de alternativas ferroviarias que, atendiendo a la crisis climática, mejoran el transporte de viajeros del área metropolitana como los sistemas de MetroValencia y TramAlicante y la conexión de las áreas industriales en el corredor mediterráneo de mercancías”.

Y añaden que “en el actual contexto de crisis climática necesitamos una revisión global de la estrategia de movilidad que implique paralizar los proyectos de ampliación de las carreteras de gran capacidad (V-21, A-7, V-30, V-31...), y redirigir los recursos al transferir las cargas de la carretera al ferrocarril”. Además de reclamar “un posicionamiento del Gobierno del Botànic para pedir al gobierno de España la reasignación de la inversión a otros fines más útiles socialmente y con mayor retorno económico en un escenario

de emergencia climática en la línea de los puntos anteriores y por que se respete la legislación valenciana impidiendo que ninguna alternativa pase por un espacio protegido como l’Horta de València.