Juan Carlos Del Monte tiene restos visuales. No es ciego, pero le queda una visión muy reducida. Por los lados no ve nada y de frente solo un poco de la mitad hacia arriba. Por eso va acompañado a todos lados por su perro guía, que le ayuda en su autonomía diaria. Lo particular de Juan Carlos es lo que tiene entre las manos, un pequeño teclado en braille con una tecnología que promete hacer la vida más fácil a muchas personas. 

Él no es sordo, pero es uno de los impulsores y pioneros en probar la teleasistencia para sordociegos, que consiste en un pequeño teclado en braille que se conecta a cualquier teléfono móvil y es capaz de pasar la palabra a puntos y hacer lo mismo en el camino inverso. Es una de las innovaciones tecnológicas presentadas esta semana en las Jornadas Estatales de Servicios Tecnológicos Digitales de Cruz Roja, que finalizaron ayer. El congreso fue inaugurado el lunes por la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, y durante toda la semana se han presentado “las últimas tendencias en la atención remota que potencie la autonomía de todas las personas, poniendo especial atención en los colectivos vulnerables”, aseguran desde la organización, desde la que trabajan en el desarrollo de “tecnología humanitaria”. 

Del Monte recibió la idea de trabajar en el software para el teclado este verano, y dice que no se lo pensó dos veces. Actualmente sigue en fase de “pilotaje” hasta febrero o marzo del año que viene cuando, si todo va bien, empezará a llegar a las manos de quienes lo necesitan.

"El reto es que en el futuro tengamos autonomía completa, que no haga falta que nadie nos ayude", explica Juan Carlos Del Monte.

Carlos Capataz, director de servicios tecnológicos digitales de Cruz Roja en España explica que “el gran reto ahora mismo para los colectivos vulnerables es la teleasistencia móvil”, y en eso trabajan en el caso del teclado braille. “Hoy ya tenemos muchos botones de alarma que la persona puede pulsar en cualquier lugar para hablar con una central de asistencia que está disponible 24 horas, donde los profesionales saben tus antecedentes, si tienes medicación, si tu familia vive cerca, etc. A esto se le añade que muchos dispositivos incluso tienen geolocalización, porque no podemos depender de que las personas sepan orientarse. Pero ¿Qué pasa si encima eres sordociego? ¿Cómo te comunicas? Pues para eso tenemos este teclado”.

Y para eso lo prueba Del Monte, que explica que “Antes tenía que hacer todo esto con alguien al lado, alguna persona me tenía que ayudar, ahora ya no”. Porque ese es el objetivo final de estas tecnologías de “accesibilidad” que en realidad quieren decir “autonomía” para la persona. “Lo que queremos es tener autonomía completa, que no haga falta que nadie nos ayude. Todavía queda un mundo de avances por hacer”, dice Del Monte esbozando una sonrisa. 

Valencia.Cruz Roja presenta sus nuevos dispositivos de asistencia en España. Carlos Capataz GERMAN CABALLERO

La ayuda de los asistentes de voz 

“Es lo mejor que se ha inventado en mucho tiempo”, dice Del Monte. Por lo menos en la pandemia los asistentes de voz de Amazon y Google sirvieron de ayuda para muchísimas personas. Carlos Capataz explica que fueron un instrumento clave para el trabajo de Cruz Roja, que consiguió adaptarlos para hacerle la vida muchísimo más fácil a muchas personas dependientes, mayores, o con alguna discapacidad. 

“Son un instrumento brutal para reducir la brecha digital porque es tan fácil como hablar, eso le facilita muchísimo el manejo sobre todo a las personas mayores, que lo entienden muy fácilmente”, dice Capataz. “Por ejemplo-prosigue- es tan fácil como decir ‘quiero hablar con mi nieto’ y el asistente te configura en ese momento una videollamada”. Capataz también explica que consiguieron configurar también las televisiones para que al decir al asistente “quiero hacer gimnasia”, les buscara y pusiera automáticamente un vídeo con sus ejercicios en la televisión. Lo mismo en las urgencias o la comunicación con la central. 

Para Del Monte esto ha supuesto un antes y un después en las tareas del día a día. “Me ayuda muchísimo para saber el tiempo, ya no tengo que sacar la mano por la ventana para saber si está lloviendo como pasaba antes”, cuenta. 

Otra de las buenas noticias es la aprobación reciente de la ley de accesibilidad, que prevé que las personas con discapacidad accedan sin problema a todos los servicios públicos. Capataz asegura que “la ley no podía esperar”. Añade que “además es un texto que beneficia a toda la sociedad, por ejemplo, el rebaje de las aceras para personas con movilidad reducida ,que al final es una medida que ha gustado a todos los peatones”. 

Varios asistentes de voz y terminales de teleasistencia presentados por Cruz Roja Levante EMV

Otros avances 

Más allá de los asistentes, las jornadas han presentado muchas otras tecnologías que, o bien existen, o están en camino de implementarse. Cosas tan simples como un botón de alarma mucho más grande para personas con artrosis o dificultades de movilidad hasta un software que triangula la nariz y los ojos para que las personas que no tienen posibilidad de moverse de cuello para abajo puedan usar la tecnología y navegar a través de un puntero. Algo que, según explica Capataz “todavía falta tiempo para que se desarrolle”. 

"Los asistentes de voz son lo mejor que se ha inventado en mucho tiempo", dice Juan Carlos Del Monte

En el caso de Juan Carlos, uno de los avances que le facilitó la vida son los contrastes de colores en el móvil para personas con restos visuales como él. Según explica capataz, las personas con esta condición son capaces de distinguir mejor ciertas tonalidades de color, y pueden llegar a usar los dispositivos. En el caso de Del Monte, su  pantalla es de un intenso color azul oscuro. De no ser por esto, no podría usar su teléfono. 

Toda la tecnología y todos los avances van dirigidos a un solo objetivo, que estas personas dejen de necesitar ayuda en su día a día. Y a veces son cosas muy sencillas. “Yo no sé en qué piso estoy si cuando entro el ascensor no me habla, así que me desoriento. Ahora mismo hablan muchos, pero necesitamos que lo hagan todos”, explica Del Monte. Los supermercados, por ejemplo, también suponen a veces barreras; “yo tengo una aplicación para leer los carteles, pero necesitamos que todos estén en braille porque si me dejo el móvil no tengo forma de hacer la compra. Y algunos supermercados te ponen una persona expresamente para ayudarte. Pero eso no es solución, porque yo no quiero que nadie me acompañe, quiero hacer la compra solo, por mi cuenta”.