Llegó la hora de que la vacuna contra la covid-19 llegue a los niños entre cinco y once años. Después de que la Agencia Europea del Medicamento diese luz verde a administrarles el preparado de Pfizer, ayer también lo aprobó la comisión de Salud Pública tras de recibir el aval de la Ponencia de vacunas, y los menores ubicados en ese rango de edad se preparan para recibir el pinchazo. Alrededor de 350.000 pequeños de la Comunitat Valenciana, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, entrarán tras un largo período de espera en la cobertura vacunal contra la enfermedad que cambió el mundo hace un año y ocho meses.

La vacuna para niños llega a la en un momento de incertidumbre global por la aparición de la variante ómicron. Aún se desconoce el alcance definitivo que pudiera tener esa nueva evolución de la covid, aunque la Organización Mundial de la Salud ha apuntado en los últimos días que ómicron puede anular el efecto para contagios leves de las vacunas actuales, como la que se va a administrar a los niños, que ya de por sí atravesaban la covid de forma leve.

Ante la cuestión de si es útil dar la vacuna a los menores entre cinco y once años en un contexto cambiante como el de estas semanas, desde la Sociedad Valenciana de Pediatría apuntan que la inoculación es «positiva» por diversos factores. Su presidenta, Eva Suárez, dice a Levante-EMV que, en primer lugar, «los niños no han tenido oportunidad de vacunarse hasta ahora».

«Cada vez que hay un caso en su entorno escolar, lo han sufrido encadenando confinamientos», asevera. La doctora Suárez recalca que «solo aunque sea por esa ventaja», ya vale la pena vacunar a los niños que hasta ahora no habían tenido la vacuna. «No hay derecho a que sufran y se queden en casa, dejan de hacer sus actividades sociales y eso les afecta psicológicamente», indica Suárez.

Luego están las dudas que plantea la variante ómicron, pero Suárez asevera que todavía falta mucho por conocer de dicha cepa. Esta profesional plantea que, si bien la ómicron podría burlar la cobertura de la vacuna contra los casos leves que en su mayoría registran los niños, la incertidumbre del nuevo linaje hace que el futuro pueda ir justo en la otra dirección: «¿Qué pasa si está u otra variante empiezan a producir patologías graves en niños? A ver qué hacemos entonces», dice Suárez.

Reunión el 13 de diciembre

La Sociedad Valenciana de Pediatría será una de las presentes en una reunión con la Conselleria de Sanidad y Salud Pública el próximo lunes, 13 de diciembre, para tratar este esperado tramo de la vacunación anticovid. «Estamos de acuerdo en hacer una vacunación masiva como se ha hecho con los adultos», comenta Suárez, que incide en un aspecto fundamental: los vacunódromos que se utilizaron en esa fase de la campaña de vacunación «ya están cerrados».

Con ese panorama, Suárez opina que la opción más lógica es «vacunar en los colegios». Se trata de un debate que ya se tuvo hace unos meses cuando hubo que vacunar a la franja de edad entre 12 y 17 años y que entonces levantó dudas entre parte de la comunidad educativa, ya que algunos centros se mostraron en contra de ello —y entonces los vacunódromos estaban abiertos—.

Los pediatras rechazan de plano que sean los centros de salud los que acojan la nueva vacunación de los más pequeños. «Estamos bastante saturados y encargándonos ya de las terceras dosis», argumenta.

Sin embargo, la postura de la Sociedad Valenciana de Pediatría es que se contrate personal extra para la incipiente campaña. «Los pediatras no tenemos ningún inconveniente en ir a los colegios, pero queremos que nos sustituyan. Nosotros tenemos agendas con 30 y 40 niños al día y ahora hay seis cohortes de niños que hay que vacunar, eso no se puede hacer en un día», afirma Suárez.