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Seis de cada diez denuncias en l’Albufera son ataques a la fauna

Tres grandes expedientes sancionadores se cierran con la restitución ambiental

Seis de cada diez denuncias en l’Albufera son ataques a la fauna

El 60 % de las denuncias emitidas por el servicio de guardería del Parc Natural de l’Albufera en 2020 fueron por actuaciones contra la fauna protegida, mientras que el 30 % eran infracciones urbanísticas y el 10 % restante de las quince contabilizadas, por vertidos. Así consta en la última Memoria de Gestión, donde se recoge la emisión de sesenta informes solicitados por los órganos sancionadores. El 80 % de estos por obras o cerramientos no autorizados y el 20 % por afección a flora, fauna y pesca.

Además, durante el año pasado se resolvieron tres grandes expedientes sancionadores de actuaciones irregulares que venían arrastrándose muchos años y que comportan la restauración de las zonas degradadas por el infractor. Según la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Cimática y Transición Ecológica, los tres proyectos de regeneración se han ejecutado a lo largo de 2021. «La finalidad nunca es recaudatoria, sino que se busca la restitución ambiental como criterio principal», explican desde el departamento de Mireia Mollà.

El primero de los casos interpelaba al Ayuntamiento de Alfafar por unas obras en el camino de Ravisanxo, ejecutadas con material inadecuado. Situación similar a la del tancat de La Baldovina, donde los propietarios, sin permiso, habían utilizado material inapropiado para una mota. La tercera infracción se había perpetrado en el Campot, donde los dueños colocaron losas de mármol cerca de una escollera del lago.

Las actuaciones de inspección pasan por el control del cumplimiento de la legislación en materia de caza y pesca, los vertidos de líquidos o sólidos con autorización o sin ella, el daño a especies protegidas o las obras irregulares. La supervisión incluye la vigilancia en el uso de herbicidas, insecticidas, herbicidas, funguicidas y desinfectantes de semillas en el ámbito del espacio protegido. Como ya publicaba Levante-EMV en su edición del pasado jueves, la utilización de pesticidas se ha incrementado en el último lustro, especialmente en el caso de Bentazona. Un producto muy tóxico para la flora acuática.

Inspecciones con drones

La revisión de obras y actividades autorizadas por la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental forma parte también de las tareas que lleva a cabo la guardería del Parc Natural, en colaboración con el Seprona y los agentes medioambientales de la Generalitat. El año pasado, además, se utilizaron drones de la Policía Local de València en las labores de inspección. Según los técnicos, esta labor«contribuye a evitar la consolidación de actuaciones de degradación del medio en el caso de que los particulares se avengan a paralizar y restaurar el medio a su situación inicial, caso bastante frecuente».

Fuentes de la conselleria señalan que parte de las denuncias y en función de la entidad de la sanción, acaban resolviéndose en la Dirección territorial o en la propia Dirección General de Medio Natural. «La guardería del humedal realiza también un seguimiento cuantitativo y cualitativo de las aguas, con la toma de datos de la gestión hídrica que se hace en los campos de cultivo y alerta de aquellos factores que pueden afectar a los valores naturales del parque», se recoge en la memoria anual.

Dragado de canales

A lo largo de 2020 se han elaborado más de 200 informes de ámbitos tan dispares como actividades cinematográficas o de toma de imágenes, de investigación, deportivas o pedagógicas. Pero también sobre construcciones privadas fuera de suelo urbano, cierres agrícolas, restauración de acequias, dragado de canales o transmisión de bienes inmuebles.

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