La lista «oficial» de fallecidos por la covid ha pasado ya de las 8.000 muertes desde marzo de 2020 (8.013 en total) después de que ayer la Conselleria de Sanidad registrara otras 15 víctimas en solo un día. La frontera de los 7.000 muertes se saltó a mediados de marzo cuando aún se estaba de bajada de la gran ola de enero y, desde entonces, otras 1.000 personas han sucumbido a la covid-19, 90 de ellos en los primeros quince días de diciembre. El ritmo de muertes se ha vuelto pues a acelerar después de que aumenten los contagios y las hospitalizaciones. No al mismo ritmo que en olas prevacunación pero las muertes se mantienen, sobre todo, entre no vacunados y vacunados pero con muchas enfermedades de base o personas ancianas.

Según Sanidad, de las muertes notificadas ayer había cinco personas que pasaban los 90 años (una mujer de 94 y cuatro hombres de 91, 92, 92 y 96 años) pero también personas más jóvenes: un hombre de 50 y otros dos de 62 y 67 años o una mujer de 68. El resto de fallecidos tenían entre 74 y 87 años.

Es de esperar que las muertes sigan creciendo porque siguen subiendo los ingresos. En planta hay ya 713 personas, el doble que hace tres semanas pero ayer entraron 10 personas más a la UCI, donde ya hay 122 pacientes. No había tantas personas en cuidados intensivos desde finales de marzo y ni siquiera en la quinta ola, la llamada «ola joven» hubo esta ocupación de camas UCI, lo que hace esperar que los hospitales tengan que volver a poner sobre la mesa los planes de contingencia si siguen subiendo los casos. Y lo están haciendo. Sanidad registró ayer otros 2.984 casos y la incidencia acumulada a 14 días está ya en 483 casos por 100.000 habitantes, casi 30 puntos más que ayer y a un paso del nivel de riesgo extremo.

Además, se han detectado cinco brotes de más de 10 casos, el más numeroso uno educativo en València con 19 contagios.

El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunció ayer que la Conselleria de Sanidad tiene en estudio la ampliación de los establecimientos donde se exigirá el certificado covid, tras implantarlo con el aval de la justicia para acceder a bares y locales de ocio con un aforo de más de 50 personas, así como para eventos y festivales con más de 500 espectadores. Puig realizó estas manifestaciones durante un foro organizado por Levante-EMV en el edificio Veles e Vents de la Marina de València.

Durante el turno de preguntas, el jefe del Consell insistió en que los posibles nuevos locales donde se está en estudio exigir el pasaporte covid para acceder están aún por definir. En todo caso, Puig precisó que la medida no afectaría a los comercios. Añadió al respecto que se trataría de locales donde se está en contacto social y se puede quitar en algún momento la mascarilla. Se trataría por tanto de establecimientos de ocio y cultura, como cines. Por tanto, remarcó que la decisión está en estudio y que se deberá aprobar en una futura reunión de la comisión interdepartamental que ha venido decidiendo sobre las restricciones a lo largo de la pandemia.

Desde que se implantara el pasado sábado, 4 de diciembre, el certificado covid para entrar en determinados locales ha comportado, a juicio de Puig, tres beneficios. El primero, que el documento sanitario que acredita estar vacunado, supone «un recordatorio permanente de que el virus continúa entre nosotros». El segundo beneficio es que «está favoreciendo espacios más seguros, porque los no vacunados propagan más el virus». Y el tercero, que «ha servido para que muchos reticentes se hayan vacunado». Así dio un dato apenas conocido. Que en una semana normal de noviembre, los equipos de vacunación ponían 620 primeras dosis de la vacuna anticovid al día. Sin embargo, desde que la interdepartamental aprobó la implantación del pasaporte covid el 25 de noviembre se ha registrado una media de 3.404 «nuevos vacunados» cada día. «Cinco veces más que antes», resaltó. «Solo por eso, por proteger cada día a esos 3.400 valencianos, ha valido la pena el pasaporte covid». El acento en la vacunación, el despliegue de puntos de inmunización sin cita y la exigencia del pasaporte covid está exacerbando, sin embargo, las posiciones de los antivacunas, minoritarios aquí pero que, según apuntó ayer el president, llegaron a agredir verbalmente a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, a las puertas de la conselleria donde suelen manifestarse, según fuentes del Consell.

Al mediodía, Puig también se reunió de forma telemática, junto a Barceló, con personas expertas de diferentes áreas para tratar la evolución de la pandemia en la Comunitat Valenciana en un escenario de expansión de la sexta ola con la presencia, ya confirmada, de la variante ómicron, que se cree más contagiosa.

Sanción grave a un local de ocio por una fiesta clandestina

La Policía de la Generalitat localizó en la madrugada del miércoles una fiesta clandestina en uno de los locales de ocio de la Plaza de Honduras, en València, y ha interpuesto una sanción grave al establecimiento por incumplir la normativa de las leyes autonómicas de establecimientos públicos y de espectáculos. La intervención, un operativo conjunto con la Policía Local y Nacional, permitió la detención de una persona por un presunto delito contra la salud pública, además de identificarse a otras 20, una de ellas menor de edad. En la fiesta a puerta cerrada se incumplían las medidas de prevención ante la covid-19, por lo que se tramitaron multas por no usar mascarillas o fumar.