Un total de 30 niños y niñas ucranianos han llegado a Valencia para pasar de nuevo las navidades con sus familias de acogida dentro del programa que desarrolla la Fundación Juntos por la Vida de la C.Valenciana . La crisis del coronavirus impidió que pudieran venir a España el pasado año para convivir con sus “familias valencianas”. Los jóvenes proceden de la zona de Chernobil, afectada por la catástrofe nuclear, y de la zona de la guerra de Donbass.

Tienen entre 7 y 17 años. Muchos de ellos vienen a reencontarse con las mismas familias de acogida de otras ocasiones, que les estaban esperando después de dos años de ausencia, y para otros es su primera experiencia, y llegan para conocer a su nueva familia.

Esta ocasión es más especial aún para los los menores de la zona en guerra de Donbass donde se han recrudecido las tensiones en el frente, situado en zonas de donde proceden algunos de ellos, en Krasnahorivka . Los pequeños "necesitan un tiempo de descanso para alejarse de la guerra, porque cada noche escuchan disparos después del toque de queda", según asegura la fundación en un comunicado de prensa.

Los niños y niñas de Chernobil vienen de las aldeas de la región Ivankiv cercanas a la central nuclear que sufrió el accidente, que después de tantos años sigue siendo una zona de riesgo porque continúa contaminada, además de la precariedad que sufre.

Llegaban la noche de este miércoles al aeropuerto de Manises, donde fueron recibidos por sus familias, "en medio de abrazos, sonrisas, alegría y mucha emoción", apunta la fundación. Todos los menores vienen con la pauta de vacunación completa, y para tener doble seguridad se les ha realizado una prueba de covid, con resultados negativos para no poner en riesgo su salud ni la de sus familias acogedoras, con las que estarán hasta el 22 de Enero

Los acogimientos familiares que realiza la Fundación Juntos por la Vida desde hace 27 años en verano y navidad, se traducen "en beneficios para los pequeños en su salud, además de su nivel emocional y educativo", señala la entidad. Muchos de ellos que comenzaron viniendo a la Comunitat hace años, ahora ya son adultos y han mejorado su futuro en su país. Han transformado no sólo su vida, sino la de su entorno familiar, tras haber conocido otras realidades y formas de vida en nuestro país.