Hace unos días compartí una reflexión sobre los extremos que se vienen observando en el tiempo desde hace unos años, habiendo alcanzado en las últimas semanas un particular cénit en Estados Unidos o Australia, donde los tornados y las lluvias, correspondientemente, han sobrepasado umbrales inimaginables. Dado que valores anómalos hay siempre, porque en climatología las medias salen de un montón de altibajos medidos en grados Celsius o litros por metro cuadrado -por ejemplo-, propuse empezar a nombrar a estos episodios tan raros como “aberraciones”. Retomo esto porque a partir de hoy, y hasta pasada la Nochevieja, en España vamos a tener una nueva aberración. Nos toca. Ayer ya empezamos a notar un ambiente suave pese a las nubes y el viento. Las temperaturas no correspondieron a los valores normales de estas fechas por altas, como tampoco lo harán hoy, mañana y en días sucesivos hasta quizás el Día de Reyes. El ambiente será primaveral y podrá haber récords de “calor”.

A unos 1500 metros de altitud, donde la troposfera presenta temperaturas más uniformes que en superficie, y por eso la tomamos como referencia, habrá registros de 15 ºC. Dicho así no parece gran cosa, pero puestos en contexto es otro cantar. No es nada usual tener esos valores en estas fechas, de tal modo que quizás deberíamos retroceder décadas para encontrarnos con un episodio similar en España. De hecho, es fácil que no haya parangón. Ahí arriba las temperaturas serán hasta 12 ºC más altas de lo normal; en nuestras ciudades las anomalías serán de esa misma calaña, e incluso con aberraciones aún más acentuadas. Si estuviéramos en verano, hablaríamos de una “ola de calor” mayúscula, pero como estamos en invierno el envite se saldará con una eclosión de chaquetas colgadas en el brazo, camisas arremangadas y mangas cortas.

Según nuestro modelo de referencia en Meteored (Tiempo.com), muchas capitales de provincia superarán los 20 ºC esta semana, siendo ese el caso de Castellón, Valencia o Alicante, que encadenarán mediodías de hasta 24 ºC. En enero es normal tener días anticiclónicos, las llamadas “calmas”, pero una vez más la meteorología parece que va a superar cualquier expectativa. Por cierto, mientras esto pasa aquí, Japón está recibiendo un temporal invernal de órdago, con acumulados de hasta 1 metro de nieve en 48 horas. Este invierno aún podría dar la vuelta a la tostada.