El estallido de la crisis de 2008 dejó a muchos gobiernos autonómicos, entre ellos el valenciano, al borde de la quiebra y sin recursos para pagar sus facturas. El Estado se vio obligado a activar mecanismos provisionales de rescate en 2012, pronto hará una década.

Uno de ellos es el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Pese a que se trataba de una herramienta temporal y provisional mientras llegaba una nueva financiación, el Consell ha pagado este mes 21.677 facturas por valor de 382 millones a través de este mecanismo. En estos diez años ha abonado por esta vía más de 72.000 millones, según el Ministerio de Hacienda.

El Consell del Botànic abomina de ese sistema de pago porque no deja de ser un crédito que aumenta la deuda, aunque nada tiene que ver el interés que se pagaba en los inicios del FLA, el 5%, al actual, cercano a cero.

La Conselleria de Hacienda admitía ayer que los 382 millones abonados a través del Fondo de Liquidez Autonómico extraordinario de diciembre han permitido hacer frente a pagos a proveedores y acreedores pendientes.

«No debería ser la herramienta»

Pero el Consell rechaza mantener mucho tiempo más este sistema de respiración asistida.

El secretario autonómico de Hacienda, Francesc Gamero, admite que es cierto que el FLA permite saldar compromisos de pago con proveedores, pero no deja de ser un instrumento «al que no deberíamos tener que recurrir si obtuviésemos los recursos que nos corresponden del sistema de financiación autonómica». «Queremos poder pagar a nuestras empresas sin tener que endeudarnos porque los servicios que prestan son servicios fundamentales para el mantenimiento del Estado del Bienestar», añade Gamero.

El Consell reclama un sistema de financiación autonómico claro, sencillo y transparente, que resuelva la falta de equidad actual y la insuficiencia de recursos «y no obligue a la Comunitat Valenciana a utilizar por sistema el FLA para poder hacer frente al mantenimiento del Estado del Bienestar, ya que está pensado para ser un instrumento puntual al que recurrir en caso de ausencia de financiación y no como vía de obtención sistemática de recursos para compensar la infrafinanciación», añade el número dos de la Conselleria de Hacienda.

«No tiene sentido que inyectemos liquidez a nuestro tejido productivo con un instrumento que aumenta nuestra deuda por ser una de las autonomías más perjudicadas por el actual sistema de financiación», denuncia. Además, los pagos vía FLA evidencian el peso que la factura sanitaria en el gasto autonómico.

La Conselleria de Sanidad concentra el 78% de las 16.912 facturas y el 66% del importe. En concreto, se destinarán 255 millones a gasto sanitario. En los pagos del FLA se han incluido también 2.217 facturas por importe de 3,6 millones del ámbito educativo; 772 facturas por 2,47 millones de Igualdad y Políticas Inclusivas; 20 millones en materia de vivienda, 9,9 millones relacionados con agricultura y medio ambiente; y 14,67 del área de justicia, entre otras.