No debería insistir con el tema porque tal vez contribuya a realzarlo, pero no puedo evitarlo. Una vez más los medios de comunicación nacionales y regionales dan pábulo a previsiones del tiempo basadas en las cabañuelas. Ya me he encontrado publicadas las previsiones de un tal “Pepe el cabañuelo” que advierte, cual Calendario Zaragozano, del tiempo previsto para todo el 2022 en toda España. No he podido resistir la curiosidad de pegar un vistazo y me he dado cuenta de que es una previsión inteligente porque quincena por quincena va dando previsiones generalistas y vagas que vienen a coincidir con el clima esperado en cada lugar y época del año. Es decir, pronostica lluvias en el sureste en otoño, pero también algún temporal en el norte, calor y sequedad en verano, heladas y alguna nevada en invierno en la Meseta y en las montañas, etc. La probabilidad de acierto con ese tipo de previsiones es bastante alta porque se basa en el clima promedio, y, si pasa algo fuera de lugar, siempre te pueden decir que la previsión “cabañuelera” era buena, pero un único día lluvioso la ha estropeado. En un giro inesperado el propio cambio climático es acusado de desviar las teóricamente bien hechas cabañuelas. También los medios siguen insistiendo en lo que ellos llaman “joven meteorólogo que predijo Filomena Jorge Rey” y su nevada del próximo 24 de enero, aunque ya ha fallado el pronóstico del último mes del año y ya ha habido algún atisbo de crítica hacia él. Debe tener cuidado Jorge porque los mismos medios que incompresiblemente lo ensalzan lo hundirán u olvidarán sin compasión cuando les deje de interesar, y ellos son los verdaderos culpables de esta explosión de “cabañuelismo”. Un periódico económico habla de este chaval, aunque estoy seguro de que no dejarían que “un joven aficionado a la economía que predijo la última crisis económica de 2008” advirtiera de la próxima caída de la economía mundial o que un estudiante de secundaria hiciera la previsión de una próxima pandemia a partir de fenómenos observados en la naturaleza. La previsión del tiempo no se toma en serio y tal vez el problema esté en la demanda de previsión es a largo plazo que, debe quedar claro, no funciona. Esto no es una polémica entre juventud y madurez, entre lo rural y lo urbano. Un aficionado a la meteorología debe formarse en Geografía o Física y ser capaz de combinar su bagaje previo con ciencias como éstas que son muy útiles para entender tiempo y clima, y tengo muchos ejemplos válidos.