València vivió ayer el primer gran delito del año. Aprovechando el bullicio de los primeros minutos del Año Nuevo, tras las campanadas, una banda perpetuó un espectacular atraco en la tienda Louis Vuitton de València, tras estrellar un coche de alta gama contra el escaparate de la tienda.

El alunizaje fue tan violento que no sólo se llevó por delante el escaparate, sino toda la estructura, de tal manera que ha dejado a la vista toda la obra de ladrillo.

Numerosas personas pasaron en la jornada de ayer por delante de la tienda para sorprenderse por el estado de la misma. Tanto por la imagen de las estanterías vacías como por la violencia intrínseca del ataque, realizado empotrando un coche de alta gama marcha atrás, sin importar la cercanía de los bolardos de hormigón.

Los ladrones se llevaron todo el material que pudieron hasta que se dieron a la fuga ante la presencia policial tras activarse las alarmas de la tienda

Todo ello en un robo perfectamente planificado: los ladrones disponían de otro vehículo para la huida, que hicieron por la calle Poeta Querol, durante la que accionaron un extintor para dificultar la visión al vehículo policial, junto al que pasaron a toda velocidad, a la vez que perdían una parte del material sustraído. El vehículo empleado para romper el escaparate fue retirado por una grúa.

No es la primera vez que se aprovecha la acústica de un acontecimiento de la plaza del Ayuntamiento para perpretar un robo, especialmente con una «mascletà». Sin embargo, en esta ocasión no había Nochevieja con música electrónica. La tesis que más se barajaba es que se quisiera aprovechar que la vigilancia estuviera pendiente de controlar que nadie accediera a la plaza. Hay vecinos que apuntaban a la acústica del campanario de la iglesia de San Juan de la Cruz.

En cualquiera de los casos, el aspecto que presenta la tienda, ahora fuertemente custodiada, es desolador, con estanterías vacías y bolsos por un suelo lleno de cristales rotos y el escaparate totalmente volcado.

Se da la circunstancia de que esta tienda fue atracada hace ahora tres años, aunque en aquella ocasión sin alunizaje, y los ladrones accedieron con mazas por el mismo escaparate que en esta ocasión.

Aquel robo de 2018 generó un tiroteo y una persecución policial por las calles de la ciudad, siendo finalmente detenidas tres personas. En junio de 2020, el principal acusado aceptó cuatro años y tres meses de prisión y los otros dos ladrones tres años y medio.