El pantalán de la Compañía Minera de Sierra Menera del Port de Sagunt, la Casa Grande de Tóveda Baja (Castielfabib) y el Molí dels Frares, en la ciudad de València, son las tres incorporaciones valencianas a la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra y que alerta del estado de «ruina y abandono» en el que se encuentran estos tres elementos arquitectónicos.

Este listado recoge más de mil monumentos españoles en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, según Hispania Nostra.

El pantalán del Port de Sagunt es una «superestructura» perteneciente a la vanguardia tecnológica industrial de la segunda mitad del siglo XX. Se encuentra vinculado al proyecto de explotación minera a cargo de la Compañía Minera de Sierra Menera (CMSM). Esta empresa se constituyó a principios del siglo XX y fluyó siempre paralela a la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo (CSM), convirtiendo Sagunt en el complejo siderúrgico industrial más importante del Mediterráneo.

Cuando cerró la compañía la concesión del pantalán revirtió a la Autoridad Portuaria de Valencia, en 1990. Desde 2010 ha formalizado varios convenios con el Ayuntamiento de Sagunt para su rehabilitación, contando con informes que consideran la situación «comprometida estructuralmente». Pero el retraso y los agentes meteorológicos sucedidos de diciembre de 2019 y enero de 2020, provocaron el colapso de tres de sus vanos, dando como resultado un informe de inviabilidad por el elevado coste que supone su rehabilitación. La APV ha notificado su intención de derribo.

La Casa Grande de Tóveda Baja, en Castielfabib, es la referencia más antigua a la masía de Tóveda, de 1563. Inicialmente debió de ser un único núcleo, teniendo su origen en la Casa Grande, sin embargo, a finales del siglo XVIII ya aparece la distinción entre la Tóveda Alta y la Tóveda Baja, ubicándose cada una en el extremo de la fértil llanura por la que discurre la rambla de las Tóvedas.

A finales del siglo XVIII pasó por dicho lugar el botánico Cavanilles en su paso por la comarca del Rincón. El lugar se halló habitado hasta mediados del siglo XX, cuando se despobló por completo, «iniciando un proceso de ruina imparable reflejado en el patrimonio de la zona».

En cuanto al tercero, el Molí dels Frares, la entidad Hispania Nostra explica que, según Guinot y Selma (2005), el nombre del molino proviene de la institución que durante varios siglos fue su propietaria, el convento de Santo Domingo de los Dominicos de València. Se encuentra construido sobre el cauce de la acequia de Petra, uno de los tres brazos en los que se organiza la acequia de Mestalla, siendo el primero situado sobre su trazado.

Probablemente tenga su origen en la época islámica pero aparece ya documentado en el siglo XIII en manos de Pere Mercero, ciudadano de Valencia. El estado de conservación del edificio «es ruinoso en algunas partes». Las cubiertas están abandonadas y «el deterioro que se prevé en poco tiempo es devastador».